Un dictamen médico correcto, medio de erradicación de la tortura

La Asociación Pro Defensa de la Salud Pública, el Grupo Vasco de Médicos contra la Tortura y la asociación para los presos vascos Salhaketa han analizado 103 informes médicos relativos a 90 casos de malos tratos y torturas y han expuesto, en un trabajo conjunto, los resultados del estudio y las conclusiones para un mejor tratamiento sanitario de las víctimas de esta práctica. El trabajo, hecho público esta semana, evidencia que desde un punto de vista médico la erradicación de la tortura pasa por un dictamen correcto que evite la manipulación y ocultación de esta lacra, así como por la condena de toda colaboración en la misma.El análisis parte de un examen exhaustivo de 79 informes médico-forenses -52 de ellos procedentes de los juzgados de Bilbao y San Sebastián y los 27 restantes de la Audiencia Nacional- y 24 informes médicos -19 de ellos de la Guardia Civil- sobre un total de 90 casos de torturas y malos tratos a 72 personas. Refleja que muchos de estos informes se convierten en un mero "parte de lesiones, que no recoge la información y valoraciones necesarias que una situación tan grave como la tortura exige".

En concreto, denuncia que los informes forenses de la Audiencia Nacional, además de "absolutamente deficientes", denotan "un enorme grado de insensibilidad respecto a la tortura y de parcialidad en apoyo de la versión oficial del Ministerio del Interior". Por lo que se refiere a los informes médicos de la Guardia Civil, el trabajo resalta el relativo a un detenido a quien, a la salida del cuartel, se le dictaminé: "No presenta lesiones a la exploración física".

Conclusiones

El forense que le vio unas horas después apreció: "A la exploración presenta grandes dolores subjetivos generalizados en cabeza, tórax y abdomen. Presenta un pequeño hematoma de cuatro por dos centímetros en región frontal derecha y un pequeño hematoma de uno por un centímetros en fosa iliaca izquierda".Entre las conclusiones del trabajo figura que, desde el punto de vista médico legal, los informes médicos de torturas o malos tratos "deben contener datos relativos a la anamnesis [conjunto de datos previos proporcionados por el paciente sobre su situación], exploración general y por aparatos y sobre las exploraciones llevadas a cabo, así como una discusión, interpretación y valoración de los hechos y unas conclusiones que permitan sintetizar la información y deducir sus implicaciones".

Otra de las conclusiones señala que las clínicas forenses deben estar equipadas con medios "que hagan posible una buena exploración física y, en su caso, el uso de exploraciones complementarias, fotográficas y toma de muestras para laboratorio". El trabajo incluye un protocolo que ayudará al personal de salud en la valoración y asistencia a personas torturadas. Se trata de una guía para conocer la tortura y determinar sus aspectos clínicos, sociales y secuelas.