Manual para una buena reunion femenina

La nueva directora general de la Comisión Interdepartamental de la Mujer de la Generalitat, Joaquima Alemany, quiso asegurarse de que el congreso de la mujer celebrado ayer fuera preparado concienzudamente y garantizar así que el primer magno encuentro de mujeres catalanas -más de 2.000 asistentes- que propicia la institución autonómica alcanzara, por lo menos, el rigor científico y la calidad de cualquier otro congreso masculino. El propio presidente Jordi Pujol realzó con su presencia en la inauguración la importancia del congreso, que fue meticulosamente preparado según las instrucciones de un Manual de la responsable de la participación en cada entidad. El folleto, elaborado por la citada comisión, detalla, con puntillosa minuciosidad, un genuino método de participación en el que no caben las divagaciones.

Una carta de Joaquima Alemany, firmada por el presidente Jordi Pujol en persona, convocó al Palau de la Generalitat a una representante de cada una de las entidades, grupos, grupúsculos agrupaciones, colectivos, vocalías y entidades de los que se tenía constancia, desde la fundación María Raventós-Maternal de Santa Eulália de Barcelona al centro de Promoción de la Viuda de Sabadell. Entre 500 y 600 mujeres de toda Cataluña acudieron al Palau de la Generalitat a ser instruidas como monitoras de sus respectivos colectivos, para lo cual se les entregó un completo manual de 18 páginas.Como la improvisación es la causa de que muchos encuentros femeninos terminen sin conclusiones de provecho, el Manual de la responsable de la participación en cada entidad está divido en cuatro apartados de desarrollo simultáneo: qué hace la monitora, qué dice la monitora, qué hacen las participantes y el tiempo para cada apartado.

Antes de nada, la monitora ha de tener en cuenta, según el manual, que la sala sea cómoda, pero "ni demasiado cálida, ni demasiado fresca" y "tan alejada como sea posible de cualquier interferencia externa, como el teléfono" (quizá pensando que las mujeres tienen alguna debilidad por este aparato).

Las participantes, según el manual, "han de ser mujeres" vinculadas a la entidad y 'han de saber leer y escribir". Y, sobre todo, la monitora "se habrá de asegurar, tanto como pueda, de que sean personas con ganas de colaborar y de que no boicotearán la reunión".

El manual describe paso a paso, cómo ha de desarrollarse la sesión. Así: primero "la monitora recibe a las participantes, por tanto, ha de llegar antes que ellas". Las participantes "eligen el lugar y se sientan". La monitora, por su parte, "se sienta en su mesa, espera a que todas estén sentadas, y pronuncia unas palabras de agradecimiento por su presencia". "Quiero empezar esta reunión agradeciéndoos vuestra presencia y, por adelantado, vuestra colaboración, que estoy segura que será muy activa y enriquecedora", ha de decirles.

A continuación, la monitora "explica él motivo de la reunión". Según el manual, "puede leer el discurso", siguiendo el texto del folleto, o bien "hacerse un esquema e improvisarlo". En cualquier caso "ha de hablar muy despacio, con voz clara y vocalizando". Mientras, las participantes "sentadas, escuchan a la monitora". Tiempo: "5-10 minutos".

A continuación, la monitora "sentada, explica la primera parte de la reunión" y las participantes "escuchan a la monitora". Más tarde, la monítora "reparte el impreso I-2" y dice: "Las notas aclaratorias están en el mismo impreso". Y las participantes "leen las notas aclaratorias". La monitora entonces, "pregunta si hay alguna duda": "¿Hay alguna duda?". Las participantes "preguntan lo que no han entendido". "Tenéis 10 minutos para llenar el impreso. Si tenéis alguna duda levantad la mano y yo vendré a aclararla". Las participantes "llenan los datos".

Dominar el ritual

La monitora "espera sentada y se acerca a las asistententes que tengan dudas", luego "recoge los impresos y los deja apilados a un lado encima de su mesa" y después, "sentada, explica la segunda parte de la reunión". El manual le recuerda que "es muy importante que la monitora conozca muy bien el ritual de cada fase para poder dirigir la reunión sin que se le vaya de las manos", frase que termina con unos sugerentes puntos suspensivos.

Rellenado el impreso, la monitora dice: "La segunda parte de la reunión consiste en definir los problemas que, según nosotras, tenemos las mujeres". Las participantes, "sentadas, escuchan a la monitora". "La monitora coloca en la pizarra el papel I-4 donde está la pregunta y, de pie, al lado del papel, vuelve a leerla". Luego "reparte la hoja I-3".

El ritual es complejo pero todo está previsto: la monitora "pide que le ayude alguna asistente" y para ello, debe decir: "Necesito una voluntaria para que me ayude". Entre las participantes "surge una voluntaria". (El manual no prevé la eventualidad contraria). Luego la monitora "de pie junto a la pizarra, indica por donde comienza el turno de palabras". El manual precisa, entre paréntesis, que "es indiferente que sea por la izquierda o por la derecha"...

Y así, minuto a minuto, durante más de dos horas, hasta que termina la reunión, momento en que las participantes, según el manual, "se van".