La monitora, 'mater et magister'
"Es fundamental que la monitora controle en todo momento el grupo, por eso es importante evitar que (las mujeres) hablen entre ellas. Si quieren hablar lo han de hacer en voz alta y la monitora ha de canalizar la conversación a través suyo". La figura de la monitora es absolutamente esencial, por eso el manual le da instrucciones muy precisas de cómo debe comportarse.
Por ejemplo, cuando las asistentes enumeren problemas que, según ellas, tienen las mujeres, la monitora debe apuntarlos en la pizarra, pero cuidando de "repetirlos mientras los escribe para mantener la atención de las participantes".
Y cuando rellenan la encuesta debe darles instrucciones cortas y precisas: "Un problema en cada línea", y luego esperar "que todas terminen y la miren". Durante los cinco minutos concedidos a las asistentes para escribir, la monitora "ha de hablar de vez en cuando, suave y lentamente para: a) mantener la dirección de la reunión evitando así los comentarios entre las asistentes; b) mantener siempre la atención y concentración de las participantes en la tarea que están haciendo".
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