Un avión militar británico tuvo que regresar a su base tras un aterrizaje de emergencia en Uruguay
, El avión de transporte de tropas de la Fuerza Aérea Británica que aterrizó "de emergencia" el martes por la noche en el aeropuerto internacional de Carrasco, en las afueras de Montevideo, fue obligado a regresar a su base en la isla de Ascensión tras un acuerdo entre el nuevo canciller de Uruguay, Luis Barrios Tassano -que relevó el miércoles en el cargo a Enrique Iglesias-, y el embajador del Reino Unido en ese país, Eric Vines.El canciller argentino, Dante Caputo, interrumpió el miércoles por la noche la sesión pública de "informe" a la Cámara de los Diputados para anunciar la decisión del Gobierno uruguayo, que acababa de comunicarle un asesor. El pleno de los diputados recibió con aplausos lo que se consideró un "gesto de solidaridad" de Uruguay en apoyo de la reclamación argentina de la soberanía de las islas Malvinas.
Caputo, interrogado por el diputado peronista Eduardo Vaca, aclaró que no podía confirmar si la emergencia del avión era "la causa real" de su aterrizaje. Pero aseguró que "si ese operativo pretendía demostrar que las islas pueden ser defendidas, esa insensatez no cuenta con un territorio latinoamericano".
El aparato, un Hércules C-130 de transporte militar, se declaró "en emergencia" cuando se aproximaba a las islas Malvinas. Antes había atravesado un frente de tormenta en el que sufrió la rotura de una hélice y se comprobó luego pérdida de aceite. A unos 140 kilómetros del nuevo aeropuerto de las islas, el oficial al mando decidió el retorno y pidió autorización para el aterrizaje en el aeropuerto internacional de Carrasco. Uruguay permitió el descenso por "razones humanitarias", pero el canciller Barrios Tassano comunicó de inmediato al embajador británico, Eric Vines, que el aparato, una vez reparada, debería despegar y regresar a su base de origen.
El informe del canciller Caputo se convirtió de hecho en una revisión crítica de los problemas centrales de la política exterior argentina, en la que se percibe con claridad la influencia del Gobierno de EE UU, que actuaba como "mediador oficioso" en el conflicto de las Malvinas.
Los diputados del peronismo insistieron en preguntar al canciller Caputo: "¿Cómo es posible aceptar la mediación de quien fue aliado del Reino Unido en la guerra de 1982 y ahora se acaba de abstener cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) condenó de forma casi unánime estas maniobras?".
