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El juez ordena una investigación urgente sobre un niño desaparecido durante dos años

El juez de primera instancia e instrucción de Sueca (Valencia), Luis Francisco de Jorge, ha ordenado la maxima urgencia en las investigaciones sobre la desaparición, durante dos años, de su domicilio en esta ciudad del niño de 14 años Juan Bautista García Llinares. El muchacho, que regresó a su casa el pasado día 4, afirma no haber sido amenazado durante su estancia en algún lugar del norte de Italia, junto a un vagabundo con el que huyó en marzo de 1986.

Juan Bautista García Llinares se mostró ayer extremadamente lacónico en sus explicaciones a este diario sobre sus dos años de ausencia. "Cuando se fue, hablaba valenciano", dice su madre, María Amparo, "y ha vuelto hablando italiano". El muchacho, que tiene dos hermanas gemelas y otro hermano, menores que él, y es huérfano de padre, desapareció el 20 de marzo de 1986 con un vagabundo que merodeaba por la población.Con un marcado acento italiano, explica que ha pasado estos años en una casa en el monte con Alfredo, como llama al hombre de unos 45 años con el que se marchó. El muchacho dice haber mantenido poca relación con otras personas durante su estancia en algún lugar del norte de Italia en el que se dedicaba a "no hacer nada" y a ver la televisión. "Todos sus compañeros se han portado muy bien con él", dice su abuelo Francisco. "El pueblo se ha volcado y nos ha llamado mucha gente". Juan Bautista salió el domingo pasado con algunos de sus amigos y ayer mismo recibió la visita de los profesores de la escuela de la Unión Cristiana, que analizaron con su familia la posibilidad de reincorporarlo a unos estudios que abandonó, en séptimo de EGB, con buenos resultados académicos.

"Dos semanas antes de venir le dije a Alfredo que quería volver", explica el niño, "y él me trajo hasta Barcelona, donde cogí un tren y me vine hasta aquí". El hecho ha levantado especulaciones sobre la posibilidad de que el presunto inductor se encuentre todavía en España. Sin embargo, el juez Luis Francisco de Jorge, que el lunes tomó declaración al niño, no quiere pronunciarse sobre la cuestión. "La Guardia Civil ha iniciado una investigación a fondo para averiguar la identidad de la persona que lo ha acompañado", explica. "Lo único cierto que se deduce de las declaraciones del muchacho", dice el juez, "es que ha pasado dos años fuera de su casa con otra persona mayor de edad. Todo lo demás son especulaciones".

La inducción al abandono de domicilio familiar está considerada como un delito menor, con una pena máxima de arresto mayor de seis meses y un día y multa.

La existencia de otros casos similares de niños desaparecidos y la necesidad de ejemplaridad para evitar que otras personas induzcan a menores a fugarse de casa, hace necesario, según el juez, que se desarrollen con urgencia las investigaciones sobre la desaparición.

Estas investigaciones descartan, de momento, cualquier relación del caso con alguna red de tráfico de menores.

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