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El joven que decapitó a un niño es esquizofrénico, con delirios místicos

Manuel Martínez Gómez, que el pasado fin de semana decapitó al niño Raúl Silva, de diez años de edad, sufría esquizofrenia con delirios místico-religiosos y había sido dado de alta hace año y medio, al encontrarse muy mejorado, según manifestó a Efe José Gómez Romera, director del hospital psiquiátrico de Mérida, centro en el que había estado internado el criminal en tres ocasiones.

El homicida permaneció en el interior de un bar más de cuatro horas junto al cadáver y en vanas ocasiones mostró al público congregado en el exterior la cabeza del pequeño. El crimen se cometió a las seis de la tarde y hasta pasadas las diez de la noche las fuerzas antidisturbios de la Guardia Civil no consiguieron reducir al agresor, que en estos momentos se encuentra internado en el centro Virgen del Rocío, en Sevilla, informa Pedro Jara desde Cáceres.

A lo largo de los últimos años Manuel Martínez Gómez había dado diversas muestras de su agresividad hacia el vecindario de la pequeña población pacense de Táliga. Los vecinos recuerdan como secuestró a una joven arrastrándola cogida del pelo y amenazándola con una navaja. En otra ocasión intentó estrangular a un taxista en el interior del vehículo que le transportaba. Un conocido suyo padeció igualmente su ira al ser golpeado con una pala. Después de cometer todas estas acciones, Manuel Martínez Gómez fue trasladado al hospital psiquiátrico de Mérida, pero salió al poco tiempo.

"Nosotros hemos protestado muchas veces al psiquiátrico", ha manifestado a este periódico el alcalde de Táliga, Francisco Bonilla. "Sin embargo, desde hacía dos años mantenía una buena relación con el vecindario y se le veía tranquilo".

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