Los dioses manchegos

Recuerdo a Paco Umbral cuando en plena división autonómica hispana acuñó el término jurispollez al referirse a CastillaLa Mancha. Venía a decir este lúcido escribidor lo desacertado que resultaba el calificar a una autonomía conjugando lo regional con lo comarcal. Estamos, pues, ante el único ejemplo de tal mezcolanza en todo el Estado, aunque hoy por hoy dicha terminología vaya cuajando. No se imaginaba Umbral a nadie hablando de "Cataluña-El Ampurdán" ni de "Extremadura-Las Hurdes"...Es al hilo de estajurispollez de compromiso, surgida en el proceso autonómico, de donde partimos, puesto que es ya con esta denominación, "inocente a priori', desde donde lo manchego irá subiendo puntos. Mientras, lo castellano se reduce y vaga entre las murallas toledanas, gran parte de las tierras conquenses y la provincia de Guadalajara. Y no es que pretendamos ser disolventes con este tímido análisis de urgencia sobre una comunidad ya establecida, pero, bien mirado, esa joroba que al mapa regional le sale en su extremo norte pudiera haber pertenecido a otra demarcación en que la Castilla histórica está hoy dividida. Por otro lado, no se trata de hacer localísmo demagógico: es un poco aburrido...

Lo justo y necesario es señalar el desembarco manchego, tanto cuantitativo como cualitativo, en las instituciones regionales, y lo malo es que parece ejercerse como tal. Hoy en Toledo se concreta el triángulo del poder autonómico con un vértice en Albacete (caput Bono), otro en Ciudad Real. (muchos altos cargos e influencias) y el tercero en Madrid (irriportación de algún fichaje político y algunas directrices). Toledo ha pasado del imperio de las armas al imperio burocrático.

Mientras tanto, el aire político es denso, y Manolo Vicent nos recordaba recientemente en EL PAÍS "que el silencio es un género literario..., que la gente no habla por miedo a perder el cargo..., que todo debe ser dulce y ambiguo por fuera. Todo férreo e inmísericorde por dentro...". Ambiente general del Estado que alcanza a la Castilla sur, donde su elite dirigente, mancheguista en alto grado, hace tiempo que ascendió a los cielos.

Y ahí están algunos dioses manchegos ejerciendo en lo político con una general e injustifica-

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Viene de la página interiorble autosuficiencia y pavoneo, a lo que cabe añadir el tema de la Castílla no manchega en flagrante discriminación, más allá de la crítica interesada que pudiera hacer la derecha montaraz que la atenaza. Nos referimos a esa Guadalajara con la "renta per cápita nuclear" más alta de Europa (cementerio atómico incluido), con aguas limpias que se envían a Madrid y al sureste español, con aguas sucias de caolín y radiactividad para los que permanecen en la provincia, con una red de carreteras insultantes, con la Brigada Paracaidista poniéndoles la bota encima, con una deforestación persistente y un medio ambiente degradándose a marchas forzadas.

Puestas así las cosas, es lógico que las gentes castellanas del norte regional no vean bien esa mancheguidad que les olvida y no les compensa tanto desafuero. Como síntoma sociológico, pulula por Guadalajara un naciente partido regionalista y dos grupos ecologistas fermentando el ambiente. Quizá es momento de pedir y recordar a los dioses manchegos que humanicen su vista y oído para con los vivientes en la joraba de Castilla sur. Personalmente me desapunto a ser hijo de esas divinidades que debieran reconocerse como dioses menores y me pongo del lado de los que desean ver el silencio de Vicent fuera de los literarios géneros.- Francisco Javier Bras.