España firma sin reservas el comunicado de la 'cumbre'

El presidente del Gobierno español Felipe González, aseguró ayer en Bruselas, al concluir la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, que España no plantea ninguna reserva al comunicado final de la reunión, por lo que acepta la presencia en Europa de armas nucleares como elemento de la disuasión. Aceptamos que la disuasión, el sistema defensivo de la Alianza, es una combinación del sistema convencional y del nuclear", dijo González.

ENVIADO ESPECIAL, El jefe del Ejecutivo español precisó, sin embargo, que en su discurso ante los dirigentes de la OTAN el miércoles no se había declarado explícitamente en contra de la desnuclearización de Europa, rectificando así a sus colaboradores que resumieron la intervención del presidente ante los periodistas.Al realizar esta aclaración, González informó de que la delegación española, junto a otras que no citó, logró que no figurara en el comunicado final la siguiente frase: "Consideramos que la desnuclearización de Europa sería contraria a los intereses de la seguridad de la alianza".

No obstante, el Gobierno español, al suscribir los documentos de la cumbre, acepta, como el resto de los aliados, que se negocie con la URSS una reducción de las armas nucleares de corto alcance, pero no su eliminación (la denominada opción triple cero), en contra del criterio mantenido oficiosamente por España hasta hace unos días, si bien el Gobierno siempre advirtió que en este terreno se sumaría a las tesis de la República Federal de Alemania, el país afectado casi en exclusiva por esas armas.

Preguntado si no existía una cierta ambiguedad por España -al suprimir el citado párrafo, pero aceptar la permanencia del arma nuclear como disuasión-, el presidente español respondió: "Yo no lo calificaría de esa manera. El documento refleja una situación, no una ambiguedad. No hay ninguna reserva al documento. Se acepta plenamente. Aceptamos que la disuasión es una combinación del sistema convencional y nuclear. Naturalmente, ¿dónde está la ambiguedad?".

Para Felipe González, la OTAN "respeta" la posición de la RFA al no aceptar la modernización de los misiles de corto alcance. En 1983, el Grupo de Planes Nucleares de la OTAN acordó en Montebello (Canadá) retirar de Europa 1.400 cabezas nucleares, pero modernizar los restantes sistemas atómicos a partir de 1993. En "opinión personal" de González, "probablemente" no se materializará la decisión de Montebello, porque cree posible alcanzar un previo acuerdo con la URSS para la reducción de armas convencionales y nucleares de corto alcance. "Creo que (la duda) se va a dilucidar con una técnica bastante parecida a la que se produjo con la doble decisión" (en 1979, la OTAN decidió desplegar los euromisiles si la URSS no aceptaba, mediante una negociación, suprimir o reducir el número de SS-20).

Pero el presidente español añadió: "No hay absolutamente ningún signo por parte de la URSS y del Pacto de Varsovia de que no sigan un programa de puesta al día o modernización de sus armamentos. Cada 37 días, hay un submarino nuclear soviético más. Sería increíble que, por parte de la alianza, no tuvieran a punto sus sistemas defensivos".

En caso de no lograr un acuerdo sobre la citada reducción, a González le parece "razonable" que la OTAN se obligue a establecer un equilibrio en los sistemas -convencional y misiles de corto alcance- en los que está en desventaja.

Sobre la posibilidad de que la nueva postura española en relación con las armas nucleares facilite el ingreso de España, en la Unión Europea Occidental (UEO), González respondió que el Gobierno ha mostrado su disponibilidad a ello, pero está a la espera de recibir-la preceptiva invitación: "Creo que se producirá, pero no estamos excesivamente apresurados".

Por la mañana, González se entrevistó con el presidente francés, François Mitterrand, y con Gro Hartlem Brundtland, primera ministra de Noruega, país que visitará el presidente español el 9 de abril.