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Negociaciones en Oriente Próximo

Se ha manejado la hipótesis de que los palestinos se sentarían en las conversaciones de paz como parte de la delegación jordana y que, de ese modo, las partes podrían esquivar las relaciones directas con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Ahora parece que Jordania no presionará por conseguir una delegación que incluya a los palestinos y que la OLP tiene libertad para hacer lo que quiera.Al mismo tiempo, la OLP sigue pidiendo como una cuestión de principio la destrucción de Israel y es aún una organización terrorista. Ha estado armando ruido durante años respecto a la aceptación de las resoluciones de la ONU favorables al establecimiento de un Estado judío en Israel, pero la OLP no ha expresado nunca inequívocamente su buena voluntad para coexistir con Israel.

Si Arafat rompe esa barrera, pocas posibilidades hay de que se mantenga al frente de la OLP por mucho tiempo. Esto explica por qué Israel no otorga credibilidad a la celebración de negociaciones serias con dicha organización.

La única actuación sensata, aunque no sea buena, es la de siempre: rechazar el trato con la OLP, a no ser que cambie sus posiciones y acepte claramente la paz con Israel, y seguir intentando trabajar con los palestinos de Gaza y Cisjordania; su independencia respecto a la OLP no es más que una ficción, pero se trata de una ficción útil.

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2 de marzo

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