Chistes, rumores y medias verdades

El medio de comunicación más escuchado en Panamá estos días es radio Bemba. Así se denomina en este reino del realismo mágico al rumor, el chisme, la media verdad que circula fácil y rápidamente entre la población.En radio Bemba todos los panameños se sienten protagonistas y disfrutan como portadores de supuesta información, que estos días transmiten a legiones de periodistas nacionales y extranjeros ávidos de noticias.

En la medida de sus posibilidades, cada panameño participa en esta gran comedia. Se divierten con ella. Hacen correr espectaculares acusaciones sobre desviaciones sexuales del general Manuel Antonio Noriega; magnifican una supuesta situación de persecución política.

Y en este ambiente, la oposición política no se priva del juego . En el muestrario de la falsedad utilizada como instrumento político, se puede citar desde dirigentes opositores supuestamente exiliados en Estados Unidos, cuando en realidad están disfrutando de un beca en una universidad norteamericana, hasta quien inventa muertos, torturados, desaparecidos.

La última de radio Bemba es que un grupo de enfermos de SIDA ha sido llevado hasta una cárcel de Panamá para violar a los presos políticos. No hay límites para los calificativos. El último panfleto de la Cruzada Civilista augura al país "un holocausto de consecuencias impredecibles que traerá luto y dolor a nuestro pueblo". Todo se teatraliza. En la casa del ex presidente Delvalle, ayer, un grupo de señoras que tomaba el té, pedía a los periodistas permanecer allí como protección contra un eventual ataque de los militares.

Mientras, el país permanece en calma absoluta. En la capital apenas se percibe una discreta vigilancia de soldados en algunas calles y cruces estratégicos, sin ningún signo aparente de tensión. Y la vida cotidiana, en las calles, las tiendas y los restaurantes, mantuvo su normalidad durante el fin de semana, a pesar del llamamiento a la huelga general hecho por oposición.