Los directores de escena critican en un congreso la situación del teatro público

El primer congreso estatal de directores de escena de la ADE, asociación a la que están vinculados la mayoría de los directores españoles, finalizó ayer, después de tres días de intensas sesiones de trabajo y debate sobre la situación del sector. El documento final del congreso, al que asistió medio centenar de asociados, no será hecho público hasta hoy. Con todo, se adelantaron los puntos básicos del mismo, que reclaman una distinta actitud de la Administración pública.

Las conclusiones reivindican el concepto de autoría para los directores de teatro y repasa las limitaciones que hallan a la hora de plantear un montaje, limitaciones que van desde la inadecuación de los espacios escénicos a la política de producción con valoraciones más cuantitativas que cualitativas de los proyectos. La ADE reclama una reforma de la ley de Policía de Espectáculos -que fija condiciones de apertura de salas- para que sea posible abrir espacios alternativos. El documento critica que los teatros públicos estén sometidos a criterios de dirección personalistas sin programas definidos y reclama una participación de los profesionales en el control de los gastos.La mañana de ayer estuvo dedicada al tema El director de escena ante al política teatral, que originó encendidas intervenciones. Las ponencias marco fueron leídas por Antonio Andrés de la Peña y Juan Antonio Hormigón, secretario general de la ADE. Josep Montanyès, director del Instituto del Teatro de Barcelona y vicepresidente de la ADE, actuó como moderador. Andrés explicó su experiencia con la política teatral de la comunidad andaluza y criticó diversas actuaciones públicas como la "absolutamente irracional política de reconstrucción de teatros".

Hormigón fue más general y dio lectura a unas notas, elaboradas a partir de lo sugerido en las intervenciones y de las inquietudes genéricas de la profesión, destinadas a servir de canovaccio para el documento final. Bajo el título La encrucijada del director de escena, las notas contenían en síntesis las siguientes consideraciones: "Toda política teatral debe propiciar la producción estableciendo un amplio marco de libertad estética e ideológica, y procurar la adecuada difusión de las obras. Debe evitar privilegios indeseables; y contemplar positívamente el derecho de las minorías, huyendo de valoraciones cuantitativas".

Colonialismo

Se indica asimismo que los ayuntamientos "carecen, en términos globales, de producciones propias. Suelen gestionair sus teatros con puros criterios de exhibición y a menudo favorecen un cierto colonialismo teatral que colisiona con los intereses de los directores de escena españoles".La ponencia hacía referencia a un tema muy comentado en el congreso, la autoproducción "que a menudo es una carga accesoria que condiciona gravemente el trabajo creativo del director".

Hormigón propuso que los teatros públicos se rijan por pautas que respondan al principio de bien cultural público y no a criterios personalistas, que exista una rotación de directores, y que se ciñan a criterios de austeridad. Sugirió asimismo que se inste a las administraciones a que propicien la aparición de salas no regidas por criterios comerciales sino de rentabilidad social y se les solicite que dediquen la mayor parte de sus fondos de teatro a favorecer la producción nacional. "Ello implica reducir el número de festivales, que a menudo no producen ninguna mejora de infraestructura".

Los catalanes Jordi Mesalles y Joan Ollé leyeron un comunicado sobre política teatral que constituye "una síntesis de un manifiesto que estamos elaborando para presentarlo a las autoridades teatrales de Cataluña".

En su comunicación al congreso los catalanes subrayaron que se trata de un documento sobre el panorama teatral en Cataluña, aunque luego muchos directores señalarían que es fácil de extrapolar al resto del Estado.

"Con ya ocho años de existencia y más de un centenar de asociados de todo el Estado, hemos sentido la necesidad de un congreso para discutir nuestra problemática laboral, pero también para conocernos entre nosotros", explicó a este diario el presidente de la ADE, Ángel Fernández Montesinos. "Es un momento importante para la asociación", añadió, "recientemente, hemos firmado un convenio con el director general del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música, José Manuel Garrido, en el que se contempla una mayor interrelación entre ambas entidades, y hemos entrado en conversación con profesionales de otros países, a partir de una inciativa del italiano Maurizio Scaparro, para crear una asociación europea".