El año pasado presentaron declaración de impuestos 800.000 nuevos contribuyentes
El secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, expresó ayer su satisfacción por el hecho de que 800.000 nuevos contribuyentes hayan decidido presentar su declaración de impuestos correspondientes a 1986. El exceso de recaudación en 902.177 millones de pesetas respecto a lo presupuestado no significa que haya aumentado la presión fiscal matemática, ya que no ha habido cambios normativos durante el ejercicio, pasado. Se debe a una disminución del fraude fiscal, a una mayor eficacia en la gestión y a una mejora de la coyuntura económica.
Hasta ayer, el Ministerio de Hacienda tenía procesadas un total de 7.886.144 declaraciones de renta, frente a las 7.104.000 registradas en septiembre de 1986. Este incremento "espectacular", según Borrell, "no sé muy bien a quién agradecérselo", pero tiene mucho que ver con la implantación del IVA y el afloramiento de una parte de la economía sumergida.Por tributos, el mayor exceso de recaudación respecto a lo presupuestado corresponde al impuesto sobre la renta (444.005 millones de pesetas). Un factor que explica este exceso, además de las nuevas declaraciones, es el adelanto en el pago de las retenciones por las grandes empresas.
En sociedades, la desviación ha sido de 213.451 millones de pesetas. Borrell anunció que este impuesto será en 1988 "la estrella" de la gestión tributaria para conseguir un mayor número de declarantes. En los impuestos especiales -exceso de 80.989 millones de pesetas-, el secretario de Estado de Hacienda explicó que se debe a que el año pasado los españoles "bebieron y fumaron más y han utilizado más el coche".
Respecto a la recaudación de los impuestos cedidos a las comunidades autónomas, alcanzó un total de 254.181. millones de pesetas, frente a una previsión de 190.447 millones de pesetas, lo que arroja una desviación del 33,5%.
José Borrell dio a entender que no eran muy de recibo las críticas a los excesos de recaudación vertidas por algunos grupos parlamentarios de la oposición que hoy lideran los obiernos autónomos. La razón es que la misma crítica podrían aplicársela ellos mismos: en Cataluña, por ejemplo, se recaudó un 33%. más de lo previsto.
Gasto aparente
En relación al gasto, el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, reconoció "que hay errores de previsión presupuestaria". Se mostró, sin embargo, disconforme con las críticas sobre la discrecionalidad con que el Gobierno estira cada año el volumen de gasto aprobado en las Cortes.
El billón de exceso en el gasto público en operaciones no financieras producido el año pasado no es lo que aparenta. Es un problema de que algunos, llevados por intereses políticos, confunden los conceptos. No es lo niÍsmo el crédito aprobado que el gasto realizado o que los pagos efectuados.
Si hablamos de créditos aprobados, efectivamente, la desviación ha sido de 1,06 billones de pesetas, lo que supone un aumento del 13,6% respecto de los 7,8 billones aprobados, "lo que no es una desviación abismal".
Dentro de la cifra total de gasto -8,92 billones- hay que descontar las ampliaciones de créditos procedentes de compromisos del año anterior, en una cantidad de 376.000 millones de pesetas, con lo que ya sólo nos quedan 8,54 billones de gasto total.
Se han producido desviaciones de gasto a través de créditos extraordinarios (179.668 millones), ampliaciones de créditos (469.428 millones) y "otras modificaciones" (40.125 millones). Estos excesos, insiste Borrell, no son consecuencia de que "el Estado tiene mucha cara y se ha quedado con un billón de más", sino que se han destinado a paliar los efectos de las inundaciones, la reconversión siderúrgica, o a que "algún niño tenga maestro".
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