La Cámara alta se hace más ancha

El nuevo edificio del Palacio del Senado, cuyas obras se iniciaron en mayo de 1987, deberá estar dispuesto para su inauguración el próximo 6 de diciembre, Día de la Constitución. Para entonces, la Cámara alta constará de tres zonas diferenciadas: el palacio actual, con fachada a la plaza de la Marina Española; el nuevo edificio administrativo, de forma rectangular, con fachadas a las calles del Reloj y del Río, que tendrá cinco plantas y 250 plazas de aparcamiento, y el nuevo hemiciclo, de tres alturas, con fachada a la calle de Bailén.

Las obras tienen un presupuesto global de 1.450 millones de pesetas. En la actualidad se trabaja en la construcción de la cuarta planta del edificio administrativo, levantado en el solar que ocupaba un cuartel, a la espalda del palacio actual, y en la cimentación del que será el nuevo hemiciclo para los senadores. La fachada de este último, en la calle de Bailén, contrastará con las de los edificios de la Real Compañía Asturiana de Minas, de 1899, y la antigua Casa de los Ministerios, obra de Francisco Sabatini, situados a ambos lados del futuro hemiciclo.El palacio actual del Senado tuvo su origen en un convento agustino fundado a finales del sigo XVI y que ha sufrido numerosas reformas a lo largo de cuatro siglos.

El proyecto -encargado directamente al subdirector de Edificios Administrativos del Ministerio de Hacienda, José Ramos Illán; a Antonio García Vereda, del mismo servicio, y al conservador del Senado, Salvador Gayarre- supondrá la construcción de un total de 20.000 metros cuadrados.

Para la obtención de los terrenos, el Ministerio de Defensa cedió el solar que ocupaba un cuartel, demolido en enero y febrero de 1987. El solar más cercano a la calle de Bailén, propiedad del Ayuntamiento y que se encontraba vacío, fue permutado con el Estado por otros terrenos.

Despachos para todos

"Había dos posibilidades", afirma García Vereda, "pues el edificio administrativo podía ocupar toda la manzana, de forma que el hemiciclo quedara en un patio central, o se respetaba la imagen de escasa ocupación que ha tenido durante los últimos años este tramo de la calle de Bailén". "Al final se decidió poner en ese frente el hemiciclo, cuya altura es bastante inferior a la del edificio administrativo, que se situó detrás", añade.

El objetivo, al que también ha respondido el proyecto de ampliación del Congreso de los Diputados, era conseguir suficiente espacio para que cada senador tenga un despacho y una plaza de garaje en el edificio. En el Senado, además, se debía incluir un nuevo hemiciclo. El proyecto realizado dedicó, por tanto, tres sótanos del edificio administrativo a aparcamiento, y la mayor parte de las plantas superiores serán dejadas diáfanas para que los grupos políticos, mediante un sistema de mamparas de cristal, puedan repartir a su voluntad el espacio que se les asigne.

Este edificio administrativo tendrá en su parte central un patio ajardinado y cubierto con un lucernario.

La edificación del hemiciclo quizá sea lo más destacable del conjunto. Debajo del salón de plenos y a nivel de la planta baja existirá un salón de actos con cabinas de traducción simultánea y una sala de grupos, para 250 y 150 personas, respectivamente. El acceso a estas salas se hará desde un pasillo central, en el que se puede mostrar parte de la colección pictórica que posee la institución.

En la primera planta, y con una forma que no llega a alcanzar la media circunferencia, se abrirá el nuevo hemiciclo, en el que los senadores tendrán mesas fijas y sillones móviles con espacio suficiente para pasar por detrás de ellos sin molestias.

La parte trasera de este hemiciclo, cuya inclinación será muy suave y cuya distancia de la última fila a la tribuna del orador será de unos 20 metros, estará dedicada a zona de estancia de los senadores. La tribuna de público y Prensa, con una capacidad para unas 200 personas, estará situada en la segunda planta.

Aspectos ambientales

Además de salas de prensa y cabinas para la televisión, esta parte del edificio contará con cafetería y restaurante. En el proyecto se han tenido en cuenta aspectos ambientales, como la orientación del lucernario superior, cambiado para evitar que los rayos del sol caigan en verano directamente sobre la tribuna de público, así como de seguridad, campo en el que se incluyen desde la instalación de cristales blindados a detectores por rayos láser.

La fachada exterior, en la que destaca una columnata, estará recubierta por bandas estrechas de granito rosa de Porriño y anchas de granito gris de la sierra madrileña.