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El Gobierno se reserva la decisión sobre la presencia de soldados wapanoles en misiones de la OTAN

Carlos Yárnoz

El Gobierno tomará la última decisión sobre el empleo de fuerzas militares españolas en misiones de la OTAN "en cualquier situación" -en paz, crisis o guerra-, según la fórmula propuesta por España y aprobada por consenso) en la OTAN sobre la aportación militar a la Alianza. El documento en el que se describía la propuesta española fue entregado por el embaJador español en la OTAN, Jaime de Ojeda, el 18 de enero, y ayer ffleexplicado por el ministro de Defensa, Narcís Sería, en una reunión con los portavoces de los grupos parlamentarios.El propio Serra, en declaraciones a los periodistas tras su intervención, precisó que el Ejecutivo español también se: reserva la última palabra en la utilización, por parte de los aliados, del territorio español como base logística -almacenamiento de armas y repuestos- y zona de paso y retaguardia.

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En la fórmula ,Lprobada por la OTAN también se indica que, puesto que España no estará en la estructura militar integrada 1 ninguna unidad española actuará bajo mando directo de jefes militares extranjeros, pero sí se admite un control, operativo de mandos de otrosPaíses en determinadas circunstancias o misiones.

S erra entregó ayer a los portavoces, en una reunión a puerta cerrada, dos documentos. El primero recogía la propuesta española entregada por De Ojeda al secretario general de la OTAN, lord Carrington, y el segundo era una carta de éste a los representantes aliados del Comité de Planes de Defensa, f(:,~chada el pasado 21 de enero, pidiéndoles que aprobaran, como así fue, la fórmula elegida por España, que el propio Carrington calificaba de "importante y valioW para la Alianza,

El texto del documento entregado por De Ojeda a Carrington, de cuatro folios y medio, empezaba recordandolas condiciones incluidas en el refbrénduni sobre la OTAN (no nuclearización, no pertenencia a la estructura militar integrada y re-ducción de la presencia militar estadounidense).

Seguidamente, De Ojeda explica que se abre una nueva situación para formalizar la integración españolay propone que, por cada una de las seis misiones militares que España propone cubrir, se firme eleorrespondiente acuerdo de coordinación entre el Jefe del - Estado Mayor de la Defensa de España y el mando aliado afectado.

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La carta insiste después en que España no se incorporará a la estructura militar integrada, pero que participará en el Planeamiento de Fuerzas -no será la OTAN, sino el propio Gobierno español, el encargado de proponer las ftierzas que tendrá en el futuro- y que tendrá enlaces militares en los principales mandos aliados (del Atlántico, Europa y Canal de la Mancha).

La cláusula de Gibraltar

En el mismo documento, y como ya se adelantó días pasados, el Gobierno advierte que ninguna unidad española actuará bajo dirección o control del mando aliado de Gibraltar (Gibmed), mando que España no reconoce por el contencioso existente con el Reino Unido.

La carta de De Ojeda cita también las seis misiones militares que España proponía cubrir: 1/ Impedir la ocupación del territorio nacional. 2/ Operaciones navales y aéreas en el Atlántico Oriental. 3/ Control del Estre-

cho de Gibraltar y sus accesos. 4/ Operaciones navales y aéreas en el Mediterráneo Occidental. 5/ Control del espacio aéreo propio. 6/ Utilización del territorio nacional como zona de apoyo y retaguardia.

Para el ministro español, quien ya había explicado estas seis misiones militares en octubre pasado en las Cortes, este mismo año podrán firmarse los acuerdos de coordinación relativos a las misiones militares de control aéreo y uso del territorio nacional como zona logística. Todos los países de la Alianza dieron su visto bueno a la singular fórmula española, pero Serra comentó a los portavoces que Portugal -por el temor a perder protagonismo en el Atlántico Oriental, ya que el espacio geoestratégico español incluye, por ejemplo, las islas Azores- y el Reino Unido -por el problema de Gibraltar- habían expresado con anterioridad algunas reticen cias. No obstante, y según las fuentes parlamentarias informañtes, el titular español de De fensa tampoco otorgó excesiva importancia a esas reticencias aunque valoró positivamente el hecho de que los dos países men cionados hayan aceptado finalmente y en todos sus términos la fórmula propuesta por España.

Junto a las condiciones de que el Gobierno tendrá la última palabra en el empleo de tropas y de que nunca se cederá el mando directo sobre los soldados, el Ejecutivo también precisa a la OTAN que las unidades militares españolas intervendrán sólo dentro del espacio de interés geoestratégico español, es decir, sobre su territorio o espacios aéreos y navales, y en las áreas adyacentes.

Para desarrollar esas misiones, el Gobierno propone en el mismo documento que se defina el mando y control de la fuerza militar que actuará en misiones OTAN, así como su relación con los mandos aliados. También pide que se concreten las condiciones de intervención de esa fuerza y el tiempo y circunstancias en que podrá ser utilizada.

Para Serra, la fórmula "refleja con fidelidad" las cláusulas del referéndum sobre la OTAN y, para él, es un sistema "eficaz" de contribuir a la Alianza.

El ministro agregó que, a partir de ahora, será largo el proceso negociador para materializar en acuerdos las seis misiones militares, pero señaló que los aliados también pretenden concluir en breve un documento en el se reflejen las condiciones comunes de participación de los miembros de la OTAN.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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