Los obispos dicen que el Descubrimiento conjugó evangelización y deseo de riqueza
La Comisión Episcopal para el V Centenario ha editado una serie de cuadernillos para centros escolares y tareas de catequesis, en los que se refiere a la tarea de evangelización realizada por la Iglesia católica española en América, con motivo de la celebración del Descubrimiento. El trono y el altar constituían de hecho una estrecha alianza, según los textos editados por los obispos. "Así se estableció un doble Interés, hoy dificílmente compatible, pero que entonces no se oponía: el dominar la tierra y enriquecerse con sus recursos, por una parte, y salvar las almas de los indios, por otra", se asegura en los documentos.
La comisión está presidida por el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo. "Junto a las ansias de obtener propiedades y riquezas, existió el proyecto de evangelizar a los naturales de los nuevos territorios para hacerles cristianos y salvar las almas de los indios", se afirma en los textos, al tiempo que se critican las injusticias cometidas contra la población autóctona.No faltan largas referencias a las denuncias realizadas por misioneros como Bartolomé de las Casas o Antonio Montesinos.
"Muchos colonizadores y misioneros se opusieron al trato injusto a los indios, malos tratos que provenían de los hacenderos que les imponían duros trabajos para hacer producir las tierras", afirman los cuadernillos. Se reconoce que los colonos cometieron abusos y que, en numerosas ocasiones, no se respetó a los nativos, a quienes se arrebataron tierras y bienes.
Respeto a la raza
"Sin embargo, en las tierras colonizadas por España y Portugal, a pesar de los abusos e injusticias cometidos, se respetó la raza de los indios nativos, se la protegió, y los mismos colonizadores mezclaron su sangre con los naturales de las tierras, formando familias, al margen de cualquier segregación racial", dicen los obispos.Los cuadernillos, que señalan que los misioneros llegaron a los lugares más remotos con el ideal de la evangelización y sin importarles las tierras y el oro, abordan también la problemática que supuso el alejamiento entre metrópoli y colonias, en lo que a abusos, injusticias y falta de buen gobierno se refiere.
"La Iglesia levantó su voz para proteger a los nativos contra los abusos de quienes sólo buscaban riquezas o la explotación de la tierra. Colaboró de manera eficaz para que se dictasen leyes y normas que respetasen a los naturales de cada región", destaca otro de los cuadernillos.
Según los obispos, esa defensa de la población debe realizarse también en el momento actual y forma parte de las tareas evangelizadoras para ese subcontinente que en el año 2.000 albergará a tres cuartas partes de los católicos de todo el mundo. Entre los principales retos que ahora debe afrontar América Latina figura la lucha contra la pobreza, la injusticia, la marginación y la dependencía de otras naciones, que el documento califica de "humillante" y de "nueva forma de esclavitud colectiva que limita la libertad de gobierno, de organización interna y de actuación de las naciones y de las sociedades".
En el actual momento también cobra especial relieve la injusticia, según la Comisión Episcopal. "Las riquezas naturales de los pueblos americanos son suficientes para promover el bienestar de todos; pero estas riquezas están mal distribuidas o en manos de personas que las explotan en beneficio de pocos o de empresas extranjeras", afirman los documentos. Para vencer esta situación, en ocasiones, se recurre a métodos violentos, que el texto episcopal rechaza.
Frente a todo ello, se presenta al evangelio como elemento liberador: "La educación de la fe del creyente le lleva a defender al hombre y a la sociedad y a luchar contra cualquier forma de explotación".
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