_
_
_
_
_

El juicio contra la absolución del nazi Degrelle enfrenta a Violeta Friedman con grupos 'ultras'

La Sala Primera de lo Civil de la Audiencia Territorial de Madrid dejó ayer vista para sentencia la apelación de Violeta Friedman, judía superviviente del campo de concentración nazi de Auschwitz, contra la absolución a Leon Degrelle, de 80 años, ex general de las SS alemanas, acusado de haber atentado contra el honor de la demandante. El motivo de esta causa fueron unas declaraciones de Degrelle al semanario Tiempo y a TVE en las que puso en duda la existencia de cámaras de gas y del holocausto judío. Antes de la vista, decenas de ultras se enfrentaron con Violeta Friedman y sus simpatizantes.

El retraso en la celebración de la vista, fijada para las 10.30 pero iniciada minutos antes del mediodía, permitió a los jóvenes ultras que se agrupaban ante la sala de audiencia increpar a Violeta Friedman y entorpecer la labor de los informadores que tomaban imágenes de la anciana demandante, quien rogó a los reporteros que no difundieran su imagen rodeada de la revista del grupo ultra Cedade (Círculo Español de Amigos de Europa). Degrelle no asistió a la vista, a lo que no estaba obligado.Gritos de "al asilo", dirigidos a Violeta Friedman, "Hitler tenía razón" y "los judíos pagan a ETA" fueron el origen de enfrentamientos en los que los amigos de Friedman, en especial el empresario Max Mazin, discutieron acaloradamente con los ultras. En un momento en que Violeta Friedman, nerviosa tras los altercados y discusiones con los jóvenes ultras, se dirigió a los reporteros para decirles "tomadles fotos, para que les tengamos fichados", un joven con barba que parecía dirigir al grupo que esgrimía la revista Cedade con la imagen de Degrelle, aseguró que la Prensa no publicaría esa frase.

"Burla grosera y sangrienta"

Durante la vista, con la sala repleta de público, Jorge Trías Sagnier, abogado de la demandante, impugnó la sentencia del juez de primera instancia número 6 de Madrid, que absolvió a Degrelle por estimar que en sus declaraciones no había mencionado a Violeta Friedman. Trías señaló que las afirmaciones de Degrelle -entre ellas la de que, ante tantos judíos, es "difícil creer que hayan salido tan vivos de los hornos crematorios"- constituyen "una burla cómica, grosera y sangrienta", dijo, "para personas como mi representada".

Trías relató cómo la demandante fue cargada como ganado y llevada a un campo de exterminio en donde el doctor Josef Mengele -"un médico normal", según Degrefle- mandó a la cámara de gas a los padres y otros familiares de Friedman, quien logró sobrevivir, si bien tiene "la columna vertebral destrozada", dijo. Afirmó que Degrelle, "colaborador del régimen nazi y dirigente de las SS, condenado a muerte en Bélgica, ha dañado el honor de Violeta Friedman, al negarle su propia vida y sufrimientos", por lo que debe ser condenado.

La fiscal estimó correcta la sentencia apelada, igual que el abogado de Tiempo. Por su parte, el letrado y yerno de Degrelle, Juan Servando Balaguer, se opuso también al recurso y expresó su sorpresa por lo que llamó "intento propagandístico" de la demandante. Manifestó también que los magistrados de la sala no estaban "para dictar sentencias históricas ni discursos políticos, sino para enjuiciar si la sentencia de instancia era ajustada a derecho".

Balaguer negó que Degrelle, fundador de un partido católico, atentara contra los judíos ni fuera condenado por crímenes de guerra y afirmó que, en todo caso, emitió sus opiniones en el ejercicio de la libertad de expresión. El abogado argumentó: "Es igual que si yo manifestara mi admiración al pueblo israelí, y eso legitimara a ejercer a los palestinos muertos por este pueblo acciones contra mí". La comparación suscitó murmuros en la sala y el presidente del tribunal pidió al abogado que se ajustara al objeto de la vista.

Violeta Friedman declaró a los periodistas que es partidaria de la libertad de expresión, pero "siempre", dijo, "que no se hiera a los demás". Informó que acudirá al tribunal de Estrasburgo, si es necesario. "Esas declaraciones me han traumatizado", afirmó, "porque suponen negarme los más elementales derechos que me quedan, y recurriré donde sea para que se haga justicia".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_