Desde las profundidades

Desde comienzos de los ochenta, Menchu Lamas (Vigo, 1954), joven pintora gallega afincada en Madrid, viene siendo reconocida como una de las figuras más sobresalientes del nuevo arte español. En calidad de tal, no sólo ha sido repetidamente seleccionada en diversas muestras colectivas locales, sino que ha participado en relevantes exposiciones internacionales repesentando la última generación artística de nuestro país, como la que se celebró en el Artists Space, de Nueva York, en 1985.La obra que ahora nos muestra en la nueva galería que ha abierto Miguel Marcos en Madrid enlaza con lo que viene siendo más característico de su estilo: figuras esquemáticas, de fuertes resonancias arquetípicas, sobre fondos pictóricos densos y planos, y un uso luminoso de colores predominantemente fríos. La advertencia del enlace con lo que ha constituido su pintura nos pone en la pista de quien no evoluciona espectacularmente por medio de sobresaltos, pero sobre todo debe predisponemos a aguzar nuestra atención, so pena de perdernos lo mejor.Lo mejor en este tipo de artista que avanza profundizando en los matices, y muy en especial en Menchu Lamas, está siempre del lado de lo que se entierra para configurar la superficie. Ella ha enterrado concretamente una masa de colores debajo de sus compactas superficies planas, tan próximas en apariencia a los muros de una pared. Sobre este fondo incrusta sus figuras, que, arañando la superficie, nos dejan atisbar la lava cromática subterránea. Mas lo que está pictóricamente debajo se corresponde inmediatamente con el simbolismo oculto, con esas figuras abisales de la memoria prehistórica. De esta manera, lo formalmente compacto impone la quietud y el silencio nocturnos que requiere la elocuencia simbólica para dejarse sentir.