El Senado norteamericano inicia el debate sobre la retirada de los euromisiles
El futuro de una Europa sin misiles nucleares de alcance intermedio y de la estrategia de la disuasión atómica se abrió ayer en el Senado, que inició un polémico debate para ratificar el tratado de eliminación de los misiles de alcance intermedio (INF). El acuerdo, firmado por Reagan y Gorbachov el mes pasado en Washington, es apoyado por el presidente, el Partido Demócrata y un sector importante de los republicanos, que confían en obtener los 67 votos necesarios para ratificarlo.Reagan defendió anoche (madrugada en España) el acuerdo en su último dicurso sobre el estado de la Unión, ante las dos Cámaras del Congreso, y se comprometió a intentar alcanzar este año un pacto mucho más ambicioso con Gorbachov para recortar sustancialmente los arsenales estratégicos de las dos superpotencias.
Pero la ultraderecha reaganiana acusa de "traición" al presidente y considera el INF una "capitulación" ante los soviéticos, que dejará a Europa indefensa ante la superioridad en fuerzas convencionales del Pacto de Varsovia y, en la práctica, "desenganchada" del paraguas nuclear norteamericano.
La estrategia de los conservadores persigue retrasar al máximo la aprobación del tratado INF, introduciendo enmiendas que obligarían a una renegociación con Moscú. Pero su objetivo real no es este tratado, cuya aprobación parece asegurada, sino evitar, o complicar al máximo, que Reagan consiga reducir en un 50% los cohetes intercontinentales.
[Un equipo de científicos soviéticos llegó el domingo por la noche a Las Vegas, en el Estado de Nevada, para visitar el histórico lugar donde los norteamericanos realizan pruebas nucleares desde hace 37 años. Igor Palenik, que encabeza la delegación, insistió en una conferencia de Prensa sobre la necesidad de una prohibición total de las pruebas nucleares, informa Reuter.]
El secretario de Estado, Ceorge Shultz, reafirmó ayer la garantía nuclear norteamericana de Europa al defender ante el Senado -en la primera jornada de audiencias, que durarán tres semanas- la bondad del tratado de eliminación de misiles de alcance intermedio de Europa (500 a 5.000 kilómetros). La OTAN, explicó, cuenta, tras la desaparición de los euromisiles, con sistemas defensivos variados que le dan una "disuasión suficiente y convincente" ante una eventual agresión soviética. El acuerdo preserva, dijo, "un vínculo claro" de los aliados con la garantía estratégica de EE UU. Por su parte, el secretario de Estado de De
fensa, Frank Carlucci, afirmó que EE UU respondería a una eventual agresión soviética contra Europa "con todas sus fuerzas, incluido el arsenal nuclear estratégico".
Año electoral
Los hearing del Senado abren un amplío debate estratégico sobre el futuro de una defensa occidental que inicia un proceso de desnuclearización, abandonando el hasta ahora sagrado principio de la destrucción mutua asegurada. Estados Unidos vive un año electoral en el que la mayoría de los aspirantes a la presidencia, incluidos Bush y Dole -los dos republicanos más cualificados-, apoyan el tratado INF. Con este acuerdo y el siguiente paso que quiere dar en su próxima cumbre con Gorbachov en Moscú, Reagan ha arrebatado la bandera del desarme a los demócratas.
El senador republicano Jesse Helms fue ayer el portavoz de los ultraconservadores en la apertura de las audiencias públicas de ratificación del INF. "Es un tratado para proteger las armas nucleares, ya que no serán finalmente destruidas sino simplemente recicladas", aseguró. Significa una abierta invitación al engaño por parte de Moscú; de hecho "ya lo están haciendo", ocultando los SS-20, y ello significará la "neutralización del frente europeo y la dominación soviética del continente".
El senador Robert Dole, aspirante republicano a la presidencia, se apuntó un tanto electoral al conseguir hablar ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, del que no forma parte, en defensa del tratado. Proyectó una imagen de liderazgo y preocupación por la política exterior que necesita en su batalla a muerte con el vicepresidente George Bush por alzarse con la designación de su partido. Dole defendió que el Senado añada al tratado INF elementos "constructivos", pero no enmiendas que requieran renegociación con los soviéticos.
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