Ofensiva política de la RFA para conseguir la colección Thyssen
El presidente de la República Federal de Alemania, Richard von Weizsaecker, y miembros del Gobierno federal han tomado la iniciativa en los esfuerzos alemanes por convencer al barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza para que instale su codiciada colección de pinturas en Bonn. También el Estado federado de Baden-Württenberg, en alianza con la poderosa compañía Daimler-Benz, AG, pugna por llevarse la colección, convertida en el objeto del deseo de varios países europeos, entre ellos España, y la Fundación Getty, de Malibú, Estados Unidos.El Estado de Baden-Württenberg y Daimler Benz quieren crear una Fundación Thyssen que se haga cargo de la famosa pinacoteca y de los enormes gastos de acondicionamiento, mantenimiento y pagos al propietario, que, según se considera en la RFA, serán cuantiosos. Nadie se atreve a dar cifras concretas.
El presidente de este Estado, Lothar Spoth, está desde hace tiempo en contacto con el barón Thyssen-Bornemisza y dispone sin duda de liquidez. Baden-Württenberg es el Estado más rico de la RFA, sede de la industria de alta tecnología. No costaría mucho esfuerzo encontrar, si fuera necesario, compañías dispuestas a participar en los gastos con Daimler-Benz y el Estado.
Candidatura de Bonn
El presidente de la RFA fue el que tomó la iniciativa de presentar la candidatura de Bonn, y ya ha iniciado sus gestiones para convencer al propietario de la colección. El alcalde de Bonn, Hans Daniels, ha ofrecido, como "marco ideal" para la colección, el palacio de Poppelsdorf, en pleno centro de la capital federal. Para acoger los cuadros de Villa Favorita, en Lugano, el alcalde se muestra dispuesto a expulsar de este palacio a algunas facultades de la universidad que actualmente lo ocupan.El presidente Von Weizsaecker ya ha visitado Villa Favorita en compañía de colaboradores en la presidencia. A primeros del mes próximo viajará a Lugano el ministro federal del Interior, Friedrich Zimmermann, cuyo objetivo tampoco es difícil de adivinar: llevarse a la capital una colección de arte, que convierta a Bonn en algo más que un conjunto de ministerios adosado a una aldea. Bonn se convertiría de la noche a la mañana en una metrópoli del arte. La clase política alemana parece decidida a dar ahora la batalla sin reparar en gastos.
También el canciller federal Helmut Kohl ha hecho suya la idea de acoger a la colección Thyssen en Bonn, y está, según ciertas informaciones, dispuesto incluso a la construcción de un nuevo museo en los aledaños del barrio gubernamental.
El jefe del Gobierno de Renania-Westfalia, Johannes Rau, hubiera preferido llevarse la colección a Düsseldorf, la capital del Estado, en el corazón de la cuenca del Ruhr, donde la familia Thyssen forjó su fortuna. Ahora parece, sin embargo, dispuesto a apoyar la propuesta de Bonn como sede.
Babelia
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