¿Hasta luego, OTAN?

La reciente noticia de que Estados Unidos ha decidido retirar 72 cazas F-16 de España se entiende mejor como un intento de tranquilizar la política del presidente González destinada a apaciguar a la izquierda antiamericana española. La retirada, ciertamente, no ayudará a la OTAN, pero sería menos preocupante si inspirara a los Gobiernos de la Alianza una consideración seria acerca de cómo va a profundizarse en la disuasión de un posible ataque.La pérdida de los aviones de España es importante, tanto sustancial como simbólicamente. Tanto España como el Departamento de Estado están insistiendo en que EE UU mantendrá el acceso a otras instalaciones españolas, pero esto no puede compensar el espectáculo de un país de la OTAN dando una patada a los mejores aviones de un aliado. El mensaje para el Este es que otro país europeo habrá preferido jugar a favor de una política nacionalista.

Los estrategas occidentales ya están presionando para que se celebren negociaciones sobre armamento tendentes a conseguir una reducción de la sustancial ventaja del Pacto de Varsovia en fuerzas convencionales. Pero no es probable que los soviéticos hagan ninguna concesión, especialmente cuando la OTAN prescinde de los F-16. No somos capaces de recordar la última vez que los soviéticos retiraron tropas de Europa simplemente porque se lo hubieran pedido los checos o los polacos.

19 de enero