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Democratizar la ópera

Andrés Fernández Rubio

A pesar de ser un proyecto polémico en su día, en el plan de construcciones lanzado por Mitterrand con el fin de que París no pierda su sentido en el futuro como centro mundial del entretenimiento y el arte, 1.800 arquitectos respondieron a la solicitud del Gobierno para proyectar la ópera de la Bastilla. Daniel Barenboim, que en 1989 dejará la titularidad de la Orquesta de París, en la que cumplirá 15 años como director, se hará cargo musicalmente de un teatro que pretende democratizar la ópera.Según un informe periodístico publicado en 1986, la nueva ópera, del arquitecto canadiense Carlos Ott, constará de dos salas: una fija, con capacidad para 2.700 espectadores, y otra de geometría y capacidad variables. Se espera que un millón de personas pueda asistir anualmente a representaciones, con precios asequibles. A 43.000 millones, según el diseño original, puede elevarse el coste de un proyecto que Barenboim dice que se encuentra todavía "en estado de planificación".

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El director argentino reconoce estar participando directamente en su gestación, aconsejando en cuestiones de acústica y de racionalidad de los espacios. "Sí se sabe", dice, que la ópera va a ser técnicamente muy moderna, con una flexibilidad escénica que facilite la tarea artística. Espero que el teatro no sirva sólo para que la gente venga a oír música o voces, o a ver la puesta en escena, sino que todo el conjunto esté tratado con la misma importancia".

Barenboim, que este año dirigirá en Bayreuth la tetralogía wagneriana El anillo de los Nibelungos, se muestra preocupado por el hecho operístico en su faceta teatral. "Quiero utilizar la Bastilla", dice, 'para crear una relación satisfactoria con los directores de escena. Los hay que conocen muy bien la música y tienen una tendencia a adaptar a ella ideas escénicas, pecando a veces de falta de dramatismo, y otros que provienen del teatro y el cine y carecen de sentido musical. Se trataría de conseguir que los escenógrafos capten lo que sucede aun antes de que el cantante abra la boca, de utilizar el poder que tiene la música para describir estados de ánimo. En la Bastilla habrá tiempo de ensayo suficiente para que se cree una concepción orgánica".

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