Los paisajes inventados de Alberto Schommer

Civilizaciones, como denomina Schommer a su último álbum, base de esta exposición, se asimila al ejercicio de dedos entre conciertos propio de un pianista de estética secuencial. Aquí, como en cualquier manifestación minimalista, y más concretamente en la especialidad musical -esta última parece correr en paralelo a la fotografía, no en vano la fragmentación del tiempo es fundamental en ambas-, el único argumento admitido a priori por el ainor es la búsqueda de la belleza. Por ello, la fiel reproducción del color, la clásica y correcta iluminación siguiendo las más ortodoxas reglas del galerista, hace que formas que no son nada en sí mismas pero que han sido concebidas con las más ambiguas e imprecisas pretensiones de lecturas admitan tanto su interpretación como un fragmento de la tierra prometida, la Antártida o la serranía de Ronda.Lo último del autor de los retratos psicológicos consiste en un juego con los periffiéricos, objetos que sirvieron de contexto a aquéllos y a los de sus colecciones subsiguientes (La dulce violencia, Fermento, Máscaras, etcétera). Trozos de cristales rotos, desechos de ordenador, chatarra de las más diversas naturalezas, cartones coloreados... Todos ellos componentes de un paisaje inventado que teóricamente tendría sentido por sí, mismo si se encajara en otras áreas de la expresión plástica tales como la escultura o la escenografía. Imágenes que por su génesis podrían pertenecer, salvando lo ambiguo de sus fronteras, a corrientes plásticas de mediados/finales de los sesenta (Land Art, Arte Povera, Behaviour Art y demás variantes del arte procesual), cuyo común denominador radica en que, al igual que una falla, se agotan a sí mismos en un solo acto fotográfico.

Exposición itínerante cuya andadura se inició en la galería Juana Mordó (Madrid) y que ahora lo hace en el Museo de San Telmo, de San Sebastián, trasladándose después al de Arte Moderno, de Vitoria, para seguir su recorrido a través del País Vasco. Realizada técnicamente por el procedimiento de cíbachrome, mediante el cual se transfiere una diapositiva a soporte papel prescindiendo de cualquier tipo de internegativo y logrando por lo demás unas condiciones de máxima durabilidad en el tiempo e inalterabilidad cromática. Cuenta con el lujo de una sabia puesta en escena, concretándose mediante el preceptivo título cada obra. Obviamente, éste poco tiene que ver con lo que la imagen representa. Fragmentos celestes, Fragmentos de galaxias, Habitación roja, Tierra prometida, Antártida... referencias de las diversas imágenes de GWUzaciones, perfectamente encajables en la relación de créditoá de la cubierta de cualquier producción del sello discográfico Windham Hill Records o en la carátula de cualquier LP de Andreas Vollenweider, Kitaro, Tomita y compañía.