La muestra 'Joyas de la encuadernación' enseña las técnicas para vestir libros

Encuadernar un libro requiere una técnica y una creatividad equiparable a la que tiene que demostrar un modista cuando se enfrenta con un modelo de alta costura. Bajo este concepto ha sido organizada la exposición Joyas de la encuadernación, que hasta el 15 de enero se exhibe en el Centro Cultural de la Elipa de Madrid. La muestra, coordinada por Rafael Sierra, será trasladada después a otras barriadas madrileñas.El grueso de la exposición está integrado por 50 volúmenes, todos ellos realizadas en este siglo, en los que se recogen, sin embargo, las mismas técnicas y diseños realizados desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Los trazados recorren prácticamente todos los movimientos artísticos: gótico, mudéjar, renacentista, heráldico, barroco, neoclásico, imperio, romántico o modernista. El coste de las encuadernacíones exhibidas también recoge las más variadas posibilidades. El más caro es un ejemplar de 18 millones de pesetas que los organizadores prefieren no identificar por motivos de seguridad.

Rafael Sierra ha organizado la exposición con criterios didácticos. Con la intención de dar a conocer a los visitantes cuáles son las técnicas y los materiales necesarios para encuadernar un libro. "Queremos que la gente reconozca la importancia de la imprenta artesanal. Es un trabajo muy olvidado que realizan grandes artistas con métodos que no han variado nada desde el siglo XVIII".

Tauromaquia

Una de las piezas más interesantes que se exhiben en la exposición es un volumen dedicado a la tauromaquia, que se despliega sobre sí mismo como un acordeón hasta alcanzar los dos metros de longitud y en cada una de sus hojas han sido talladas todas las suertes del toreo con un buril de medio centímetro.En la exposición se muestran volúmenes realizados por casi todos los grandes artistas de la encuadernación de la Imprenta Artesanal de Madrid: Dámaso Sanz, Juan Duarte, Vicente Cogollor, Ángel Lorenzo, Gonzalo Fernández, Gregorio del Peso, Antonio Díaz, Eduardo Sey1ler, José Luis García y Antolín Palomino. Este último, Palomino, está considerado uno de los máximos artistas y animadores de la encuadernación. Amigo personal de Enrique Tierno, al que encuadernaba regularmente sus volúmenes, recibe encargos de numerosos coleccionistas y amantes de esta elegante forma de vestir libros. Entre sus clientes se encuentra desde el mesonero Cándido hasta Carmen Romero, esposa del presidente del Gobierno.

De su labor dice Palomino en el catálogo de la exposición: "La ejecución de una encuadernación reviste las características de una esmeralda de la India. Acariciar encuadernaciones como éstas, con cariño paternal, aparentemente raya con la locura, cuando es una verdadera cordura"