Última sesión de este año en el juicio de la colza

La vista pública del proceso sobre el síndrome tóxico, enfermedad presuntamente originada por la ingestión de aceite adulterado que causó cerca de 600 muertes a partir de mayo de 1981, quedó suspendida ayer hasta la segunda semana de enero del próximo año.En esta última sesión del año 1987 declararon como testigos seis afectados de varias localidades de la provincia de Segovia.

Los 13 testigos que prestaron declaración ayer proceden de Cantalejo, Santo Domingo de Pirón, Navalmanzano, Olombrada y Sanchonuño. Todos ellos dijeron que habían consumido el aceite y que se lo compraron a vendedores ambulantes, informa Efe.

Emiliano Gozalo Gómez, vecino de Olombrada, señaló que las secuelas que dejó el envenenamiento en su familia fueron muy fuertes: "Se me murió un hijo, otro todavía está en rehabilitación y mi mujer estuvo cuatro meses impedida en la cama".

Color verdoso

La afectada por el síndrome tóxico Petra San Vicente Arranz declaró ante el tribunal que tenía el convencimiento de que el aceite era malo y que se lo había dicho 21 vendedor, "porque su color era verdoso y oscuro,y tenía un poso como su fuera grasa".

"El vendedor", añadió la afectada, "me dijo que el aceite era bueno porque, según él, lo hacía en su molino".

Otro de los testigos que comparecieron en la sala, situada en un auditorio especial de la Casa de Campo de Madrid, manifestó que el aceite que consumió ya lo había adquirido antes, y agregó que meses antes el aceite también podría ser tóxico, "aunque con menos porcentajes de sustancia tóxicas", explicó, "porque yo notaba que cuando iba a la peluquería se me caía mucho el pelo, y ése ha sido un síntoma característico de los afectados".

El juicio sobre el síndrome tóxico comenzó el pasado mes de marzo, y es previsible que dure cerca de un año en total. En ene, o continuará con la prueba testifical correspondiente a afectados por el síndrome tóxico en las provincias de León, Valladolid y otras zonas castellanas.