El relevo de tres cosmonautas soviéticos se dirige hacia la estación orbital 'Mir'
Los cosmonautas soviéticos Viadimir Titov, de 40 años; Musa Manarov, de 36, y Anatoli Levchenko, de 46, fueron lanzados ayer al espacio a bordo de la nave Soiuz TM-4 con rumbo a la estación orbital Mir, donde deberán relevar a la actual tripulación, poseedora de¡ récord de permanencia en órbita. El lanzamiento desde el cosmódromo de Baikanur, en la República Socialista Soviética de Kazakistán, se llevó a cabo a las 14.18, hora de Moscú (12.18, hora peninsular y fue retransmitido en directo por la televisión soviética.
Una intensa niebla dificultaba la visibilidad en la rampa de lanzamiento desde donde la Soiuz TM-4 despegó sin dil5cultades en medio de una nube de humo y fuego, para entrar en órbita unos 10 minutos más, tarde. Los cosmonautas, que aparecieron repetidamente en las pantallas de televisión, dijeron encontrarse bien, y el lanzamiento se realizó con "normalidad". Una matrioshka rusa (conjunto de muñecas de madera de tamaños progresivos) cuelga en el interior de la nave como mascota del viaje.La Soiuz TM-4 deberá acoplarse a una de las seis escotillas de atraque de la nave Mir, el núcleo del complejo orbital soviético de nuevo tipo destinado a convertirse en una estación permanentemente tripulada en el espacio. La Mir fue puesta en órbita en febrero de 1986, y supuso el paso a una nueva generación de vehículos orbitales tras la serie Satiut, que sólo tenía dos posibilidades de acoplamiento, menores, dimensiones y complejidad técnica, así como unas condiciones de confort menos adecuadas para una larga permanencia en órbita, uno de los objetivos del programa espacial soviético con vistas al futuro vuelo tripulado a Marte, que exige 30 meses en el espacio.
A bordo de la Mir se encuentran actualmente los cosmonautas -Yuri Romanenko, de 43 años, y Aleksandr Aleksandrov, de 44 años. El primero de ellos, lanzado al espacio el 6 de febrero pasado, batió el récord de permanencia en octubre cuando cumplió,237 días en órbita. Actualmente ha superado los 318 días. Alexandrov llegó a la Mir el pasado julio para sustituir a Aleksandr Laveikin, que se vio obligado a regresar ala Tierra a causa de una arritmia cardiaca.
Canciones
Romanenko, que dice encontrarse bien, ha expresado su deseo de regresar, ha dedicado el tiempo libre de su estancia espacial a componer canciones sentimentales, que entona acompañándose de la guitarra en conexiones con la radio soviética. La Mir permaneció vacía durante unos cuantos meses entre la primera tripulación, que estuvo allí 125 días, y la segunda, por lo que el relevo emprendido ayer marca una nueva etapa en la presencia continuada de¡ hombre en el espacio.
La tripulación de la Soiuz TM-4 ensayará una nueva variante de acoplamiento, según la televisión soviética, a realizar tras la segunda jornada de vuelo, y no tras la primera como era habitual hasta ahora en este tipo de expediciones. Tal intervalo de tiempo da la posibilidad a los cosmonautas de calcular mejor su trayectoria de acercamiento, según manifestó la televisión en su reportaje desde Baikanur.
La retrasmisión en directo indica la confianza soviética en su programa espacial, que contrasta con el programa espacial norteamericano, lastrado por el desastre del Challenger en enero de 1986, en el que perecieron siete cosmonautas. Rompiendo con sus anteriores tradiciones de secreto, la URS S ha facilitado la identidad del jefe del programa espacial soviético, el teniente general Kerim Kerimov, quien, según la radio soviética, lleva una treintena de años trabajando en Baikanur, pero cuyo nombre no figura en la enciclopedia militar soviética.
El programa espacial de la URS S ha sufrido, no obstante, algunos contratiempos técnicos, dos de los cuales afectaron en 1983 al comandante de la misión TM-4, VIadimir Titov, según revelaba el domingo el órgano del Ejército soviético, Krasnaia Zvezda. Titov, que realizó su primer vuelo orbital en abril de aquel año, no pudo acoplar su nave, la Soiuz T-8, a la Saliut 7 debido a un fallo de los sistemas de control, y no fue autorizado por sus superiores a realizar un segundo intento.
'Síndrome de Titov'
Cuatro meses más tarde, Titov fue uno de los dos cosmonautas que se salvaron, lanzándose en paracaídas, en el incendio de un cohete. Aunque los compañeros del cosmonauta comenzaron a hablar del síndrome de Titov, el de la mala pata, los jefes del programa espacial soviético han valorado precisamente de forma positiva la experiencia de Titov ante las dificultades, según el relato de Krasnaia Zvezda. El jefe del centro de preparación de los cosmonautas, el teniente general de aviación V. Shatalov, opinaba que Tito y era la persona idónea para dirigir la expedición.
Intercambio en el espacio
Durante una semana, la dotación de la Soiuz TM-4 permanecerá a bordo de la nave Mir junto con la dotación saliente, que ayer se dedicaba a hacer inventario del estado del equipo técnico. Romanenko y Aleksandrov regresarán a la Tierra en compañía de Levchenko, un piloto de pruebas militar, uno de cuyos objetivos es acumular experiencia para el futuro programa de cohetes reutilizables, un paso todavía no dado por el programa espacial soviético. En mayo de este año, la URSS experimentó un nuevo modelo de cohete con capacidad para poner en órbita naves de hasta 100 toneladas de peso, lo que multiplica la capacidad de lanzamiento puesta a prueba con la nave Mir, que pesa 20 toneladas. La tercera expedición a la nave Mir será de una duración larga, no especificada.Titov y Manarov recibirán a varias tripulaciones, entre las que se encuentra un equipo soviético-búlgaro, cuyo lanzamiento está previsto para mediados de 1988.
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