Oposición sindical a los proyectos de privatización anunciados en Argentina

La decisión del Gobierno argentino de privatizar algunas empresas a cargo del Estado y eliminar el monopolio que mantenían otras ha provocado la inmediata reacción en contra de los gremios involucrados. El debate público desató huelgas sectoriales y batallas campales que interrumpieron los actos donde debían formalizarse las condiciones del traspaso.En la sede central de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), la empresa petrolera estatal, se suspendió la apertura de una licitación en la que participaban las empresas privadas que están dispuestas a abrir pozos donde se localizaron nuevos yacimientos. Unos 200 militantes sindicales irrumpieron en el salón y arrojaron huevos contra las autoridades de YPF y los representantes de empresas extranjeras.

El periodista Bernardo Neustadt, quizá el más conocido y polémico por el empeño en dedicar sus programas de radio y televisión a defender las dictaduras que soportó el país, fue atacado por obreros telefónicos la semana pasada. Neustadt, que ha iniciado ahora una campaña en favor de la privatización, se negó a recibirles en la emisora de radio donde trabaja y a la salida fue insultado y golpeado.El ministro de Obras y Servicios Públicos, Rodolfo Terragno, que asumió su cargo después de la derrota electoral del radicalismo en las elecciones parlamentarias del 6 de septiembre, inició una ofensiva inédita para lograr lo que él llama la "desmonopolización y desrregulación" de las empresas del Estado.

En una carta abierta dirigida a los obreros telefónicos defiende la inversión de empresas privadas en el sector de las comunicaciones. El gremio telefónico le ha contestado con anuncios y affiches en los que advierte al ministro sobre "el fracaso de la privatización de acuerdo con la experiencia en otros países".

El peronismo, que estrena gobierno en 17 de las 22 provincias argentinas, trata a su vez de poner en marcha un plan para convertir a las empresas de los Estados provinciales en "propiedad social".

El economista Antonio Caffiero, líder del partido y gobernador de la provincia de Buenos Aires, insiste en la necesidad de superar la polémica entre privatistas y estatistas" y ha transformado la Dirección de Energía (DEBA) en la Empresa Social de Energía de Buenos Aires (ESEBA), de la que van a participar como accionistas el Estado provincial, los trabajadores y los usuarios.