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Inespal anuncia el despido de los trabajadores que incumplieron los servícios mínimos en Alúmina-Aluminio

La dirección de Industria Española del Aluminio (Inespal) ha anunciado su intención de proceder al despido de los trabajadores que hayan desatendido los servicios mínimos en la factoría de San Ciprián (Lugo) durante el conflicto planteado por la plantilla de la empresa en protesta por el embarque de los bidones tóxicos del buqne Cason. La dirección, que califica de "gravísimos" los acontecimientos, ha hecho pública, además, su intención de rescindir contratos temporales y proceder a exigir responsabilidades penales y civiles al comité de empresa y a sus miembros por los daños causados en la factoría. Los despidos afectarían a un grupo de los 250 trabajadores que integran la sección de electrólisis, la más delicada de la factoría.

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El comité de empresa comunicó a la 1.30 de la madrugada de hoy que la dirección había estado engañando a los trabajadores. Según el comité, los empleados del turno de noche que se incorporaron al trabajo "pudieron comprobar que la serie B de las cubas se encontraba en perfecto funcionamiento y podía entrar de nuevo en producción en pocos días, mientras que la serie A presentaba más problemas y harían falta trabajos más delicados, pero sin que en absoluto se pueda hablar de que la planta de Aluminio sea irrecuperable". El comité ha anunciado que pedirá responsabilidades a la dirección y que, por supuesto, no admitirá el despido de ningún trabajador, informa desde San Ciprián Andrés Manzano.

En contraste con estas declaraciones, Eduardo Monteiro, director general de Producción Básica de Inespal, afirmó ayer en una entrevista concedida a la televisón gallega: "Alúmina-Alumimo puede funcionar de nuevo si se vuelve al trabajo rápidamente. En pocos días se podría recuperar la produción. Sin embargo, la planta de Aluminio está herida de muerte.

El Instituto Nacional de Industria (INI), principal accionista de Inespal, hizo público en la tarde de ayer un comunicado, suscrito por la dirección de la sociedad, reaccionando con dureza a la actitud mantenida por los trabajadores de la factoría de San Ciprián, que han causado unas pérdidas de 16.000 millones de pesetas, de acuerdo con las estimaciones de la propia empresa. La situación de conflictividad creada desde la mañana del lunes con la oposición de los trabajadores a la descarga en los muelles de la empresa de bidones del Casón, embarrancado frente a las costas de Finisterre, ha supuesto "la paralización de un delicado y costoso proceso productivo en la sociedad, cuya recuperación resulta irreversible por medios ordinarios" según el comunicado de la empresa.

La Dirección de Inespal anunció asimismo que va a solicitar autorización administrativa para suspender los contratos temporales relacionados directamente con las series de electrólisis afectadas por el conflicto.

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Conmoción en Galicia

La noticia del cierre de la factoría suscitó una tremenda preocupación en toda Galicia y en particular en la comarca de A Mariña. La dirección de la factoría no quiso facilitar ninguna información sobre el futuro de la empresa y de sus trabajadores.

La dirección del complejo Alúmina-Aluminio comunicó a las 4.30 de la madrugada de ayer el cierre total de la planta de Aluminio. Los trabajadores quisieron que se lo comunicaran por escrito, lo que no consiguieron.

Desde la madrugada de ayer, informa desde Lugo Ernesto S. Pombo, se ha desatado la polémica sobre a quién compete la mayor parte de responsabilidad en el cierre de la planta de Aluminio. La empresa envió en la mañana del martes una serie de telegramas a trabajadores concretos, bajo advertencia de despido, para que se hicieran cargo de los servicios mínimos de mantenimiento de las instalaciones, sin que los obreros se incorporaran a dichos servicios mínimos. El comité de empresa argumenta a su vez que ellos se ofrecieron el domingo y el lunes a enviar 16 cubistas para hacerse cargo del mantenimiento y que fue la empresa quien no aceptó su oferta.

Galicia se despertó ayer conmocionada por la, noticia del cierre de la factoría. Los avatares que han conducido a esta situación fueron el tenia de conversación obligado de los habitantes de los municipios de la comarca. La gente se resiste a creer que la situación sea irreversible y que la planta de Aluminio quede cerrada, con lo que eso supondría para los más de 1.000 trabajadores que trabajan en dicha planta.

La construcción del complejo industrial Alúmina-Aluminio supuso una inversión total próxima a los 100.000 millones de pesetas. La planta de aluminio tiene una producción superior a las 190.000 toneladas anuales, mediante dos series de electrólisis de 256 cubas, una de las cuales se paralizó ayer. Por su parte, la de Alúmina produce casi 800.000 toneladas anuales, contando ambas con tecnología que corresponde al diseño más avanzado. La facturación de la empresa Inespal, creada de la fusión de ENDASA y Alugasa, ascendió el pasado año 91.094 millones.

Todas las fuerzas sociales y políticas de Galicia expresaron su sorpresa e incomprensión por la paralización de la factoría de San Ciprián, calificando la situación planteada de muy grave e irreversible. Los partidos políticos de la oposición coinciden en hacer responsables del conflicto a las autoridades gallegas, mostrando también su sorpresa por la dureza con la que la UGT llevó a cabo las negociaciones.

Por otro lado, las operaciones de rescate de la carga del Cason permanecen prácticamente paralizadas desde el fin de semana, debido a las condiciones climatológicas y a la poca idoneidad de los medios existentes.

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