Narcís Serra aborda en Túnez los conflictos del Mediterráneo
El ministro de Defensa español, Narcís Serra, sostuvo ayer largas conversaciones políticas con su homólogo tunecino, Slahedine Baly, y con el jefe de la diplomacia de este país norteafricano, Mahmaud Mestiri, en las que se abordaron "cuestiones de preocupación común relacionadas con los conflictos alrededor de¡ Mediterráneo", según confesó el propio ministro. España ha animado a Túnez a esperar con optimismo su llegada a la presidencia de la CE, prevista para el próximo año, ya que existe voluntad de actuar con otra sensibilidad hacia la causa árabe.Fuentes próximas a la delegación española subrayaron que es intención del Gobierno español "desempeñar un papel activo" desde la presidencia comunitaria en relación con la pretendida conferencia de paz sobre Oriente Medio. Este deseo -que se encuadra en las intenciones del Gobierno socialista de contrarrestar los efectos del reconocimiento de Israel y de recuperar su atención hacia la otra orilla del Mediterráneo tras la luna de miel europea- fue aplaudido ayer por medios diplomáticos tunecinos, que recordaron la privilegiada posición de interlocutor histórico de España con el mundo árabe. A la vez, ven con entusiasmo que Madrid forme parte de pleno derecho del Mercado Común y que vaya a ocupar por primera vez la presidencia de la Comisión.
Estas conversaciones políticas han precedido los actos formales en el dominio militar, que en definitiva son los que han llevado a Serra a Túnez. El convenio de cooperación militar, que se firmará hoy, se pretende que sea "un modelo" a aplicar también a otros países del Magreb, como Marruecos, Argelia e incluso Mauritania. El teniente general Francisco Veguillas, director general de Política de Defensa, confesó que lo importante es la firma del convenio, y que, tal como ha sido redactado, permite un amplio campo de acción. De momento, según Veguillas, permite la celebración de ejercicios conjuntos militares.
Serra dijo a los periodistas que también trataron los problemas de Túnez con los países vecinos y los de España con los que integran la región magrebí. El ministro no citó específicamente ninguno de ellos, pero no se descarta que Ceuta y Melilla, por un lado, y el Sáhara occidental, por otro, hayan formado parte del contenido de las conversaciones.
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