Ceaucescu aumenta y adelanta la paga extra para frenar el descontento ante la conferencia comunista
El comité ejecutivo político del Partido Comunista (PC) rumano, casi un mes después de los disturbios de Brasov, ha decidido aumentar y adelantar lo que en una economía como la española se llamaría la paga de beneficios. La medida se ha adoptado en vísperas de la conferencia del partido, que hoy inaugurará en Bucarest el presidente, Nicolae Ceaucescu. Este tipo de reuniones se celebra entre los congresos, el último de los cuales, en el que se acordó la política de austeridad vigente, causa directa del actual malestar social, se celebró en 1984.
ENVIADO ESPECIALUna estatua de Lenin situada en una plaza de Bucarest, ante el edificio del órgano oficial del Partido Comunista rumano, Scinteia, fue objeto de un atentado hace unos días, según coincidieron en señalar varia fuentes diplomáticas occidentales. La estatuta fue ligeramente dañada en su base, según estas fuentes, y ya ha sido reparada Estos mismos medios consideran, sin embargo, que estas protestas, como una reciente manifestacion estudiantil en la ciudad de Timisoara -noticia que ha llegado como rumor a Bucarest-, son actos aislados sin grandes consecuencias.No obstante, el comité ejecutivo político del partido decidió el pasado viernes aumentar y adelantar la paga extra que anteriormente se abonaba en junio sobre la base de los rendimientos y cumplimiento o superación del plan para el año anterior. Esta vez, la mitad s adelanta a diciembre, y la otra mitad será entregada en el primer semestre de 1988. Dicha paga extraordinaria equivaldrá en general, a una mensualidad más al año.
Calmar los ánimos
La subida y adelanto de esta paga de beneficios, según los observadores, podría servir para calmar los ánimos de la población ante una política económica de extrema austeridad, cuyo fardo es aún más difícil de llevar ante la llegada de un frío invierno. Pero la decisi5n del comité ejecutivo del partido comunista contrastará con la actitud que tomó el régimen rumano en 1977, cuando 30.000 rumanos fueron protagonistas de violentas protestas en un valle minero. La respuesta de las autoridades fue entonces de suma dureza.
Justamente, los sucesos de Brasov -el 15 de noviembre vanos centenares de obreros de una fábrica se rebelaron, atacaren a las fuerzas de seguridad y asaltaron el Ayuntamiento estarán presentes en los ánimos de los asistentes a la conferencia, que hará balance de los dos años de política económica de austeridad, de recortes de energía, luz y calefacción y de penuria alimentaria, pues la prioridad son las exportaciones. El Gobierno de Ceaucescu tiene la obsesión de querer pagar a toda costa en 1991 una deuda externa que se elevaba a 10.000 millones dólares a principios de esa década.
Varias autoridades económicas convocaron ayer una conferencia de prensa para insistir sobre la buena marcha del país y de su comercio exterior. La deuda, aseguraron, se ha reducido ya a menos de la mitad. Además, "el peso de la deuda con respecto al volumen del comercio exterior no presenta gran importancia en lo que se refiere a Rumanía".
La caída del dólar no ha venido a favorecer los ingresos de Rumanía procedentes de sus exportaciones. Algunos ciudadanos del país balcánico se quejan además de que su país no ha podido beneficiarse de la caída en el precio del petróleo, pues Rumanía ha firmado un acuerdo por 10 años con la URS S para abastecerse de crudo a un precio que ahora resulta muy superior al del mercado mundial.
Ayer, domingo, día en que muchas tiendas de alimentación estaban abiertas en Bucarest, se podían ver grandes colas que a veces daban la vuelta a una manzana para comprar, sobre todo, carne. Con la conferencia, señalan algunos observadores, se ha querido también abastecer mejor a la capital, y cuando hay colas es que hay algo que comprar. Pero echar un vistazo en el interior de esas tiendas descorazona a cualquiera acostumbrado a la abundancia de un supermercado occidental.
Por otra parte, el ya citado órgano oficial Scinteia recogía ayer, en unas escuetas 10 líneas, la noticia de la reunión del viernes en Berlín Este de los máximos dirigentes de los países del Pacto de Varsovia para escuchar de boca del soviético Mijail Gorbachov los resultados de la cumbre de Washington. Nicolae Ceaucescu no fue a Berlín Este.
[Nuevas manifestaciones antigubernarnentales se produjeron los pasados días 2 y 3 en la ciudad de Timisoara (al oeste del país), según revelaba el sábado el diario. británico The Independent, citando "informaciones procedentes de Budapest", informa France Presse.]
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