El tratado después del tratado

Un tratado que surja de la cumbre recortaría los misiles de largo alcance a la mitad. Pero ¿es eso opuesto al tratado que elimina los euromisiles firmado el martes? ¿Reducirá los riesgos de guerra?Muchos expertos argumentan que el acuerdo sobre armas estratégicas podría hacer más vulnerables a las fuerzas intercontinentales y así debilitar la distensión. No se pueden descartar estas cuestiones.

A menudo se asume que cuanto menos armas nucleares, mejor. Unos cuantos miles de misiles y bombas deberían prevenir la guerra tanto como muchos miles. Todos los complicados esquemas y argumentos sobre las guerras nucleares no son más creíbles que Alicia en el país de las maravillas.

Pero ningún líder norteamericano responsable puede hacer esas suposiciones. Los acuerdos pueden producir situaciones que permitan a un adversario planear el primer golpe.

Hasta ahora la Administración de Reagan trataba el control de armamentos como un juego propagandístico. Sus propuestas parecían estar dirigidas más a dar una imagen de Moscú como algo truculento que a intensificar la seguridad de Estados Unidos. Ahora Moscú, por sus propias razones, dice sí a muchas de las propuestas. Pero primero la Administración norteamericana tiene un duro trabajo que realizar, tranquilizando a sus propios expertos y al público.

9 de diciembre