Masud Kalili: "Los afganos no confiamos ni en la Unión Soviética ni en Gorbachov"

"Los afganos no confiamos ni en la Unión Soviética ni en Gorbachov", asegura Masud Kalili, portavoz del partido Yamiat i Islami (islámico moderado), cuando se le pregunta por la repercusión de la cumbre entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov sobre su país. Afganistán ocupaba al primer puesto entre los problemas regionales que ambos dirigentes tenían previsto abordar.

Antes de la cumbre se llegó a especular con la posibilidad de que Gorbachov anunciara en Washington la retirada total de sus tropas de ese país asiático en un plazo inferior a un aflo. La oposición afgana, sin embargo, no está convencida de que Gorbachov sea un hombre de paz."Se presenta ante nosotros como un hombre que quiere resolver los problemas militarmente, no por la vía política", asegura Kalili. "Desde su llegada al Krem1in, hace casi tres años, se ha producido una escalada, la guerra se ha hecho más brutal. Ahora afecta no sólo a los guerrilleros, sino a también a la población civil".

Pese a esa desconfianza, Kalili afirma que observan "cuidadosamente" todo cuanto pueda afectarles. De hecho, reconoce que las condiciones actuales favorecen una retirada: "Descontento y cansancio de la guerra en el interior de la URSS y presión en el exterior, donde la presencia de la actitud soviética es muy impopular". El dirigente afgano insiste en que "no es cierto, como pretende la Unión Soviética, que el problema de Afganistán se pueda resolver en la cumbre". "No se trata", argumenta, "de una guerra entre las superpotencias, sino de una lucha desigual entre una pequeña nación y una superpotencia".

Un hombre convincente

Kalili, de 40 años, es un hombre convencido y convincente. Los ocho años de lucha contra el invasor soviético han cincelado un rostro preocupado y grave, pero su optimismo vital y la confianza que tiene en su pueblo traen a su expresión repentinas chispas de entusiasmo. Kalili, que se declara religioso, considera que "la religión es una fuerza motivadora".Admite que reciben el apoyo de Estados Unidos, pero insiste en que la clave para resolver el problema afgano está en Gorbachov, quien "puede continuar la guerra u ordenar una retirada incondicional de sus tropas".

"No luchamos por la libertad para echarnos luego en los brazos de los que nos apoyan y eso se lo hemos dicho a los norteamericanos. Lo que deseamos es formar parte del grupo de los no alineados, establecer relaciones con todos los países, incluida la URS S, y vivir en paz, sin constituir una amenaza para nadie". Reconoce sin embargo que será dificil admitir un partido comunista porque "un millón de muertos y cinco millones de refugiados han provocado un sufrimiento dificil de borrar".

Hace algunos meses, el presidente del Gobierno prosoviético de Kabul, Mohamed Najib Najibulá, propuso a los grupos guerrilleros que participaran en una coalición junto al partido Comunista afgano, actualmente en el poder, a cambio del cese de las hostilidades.

El líder afgano sugirió que el derrocado rey Zahir Shah, que ahora vive en Italia, podía encabezar el futuro Gabinete. Pero el régimen de Najibulá no contempla la retirada de las tropas soviéticas como paso previo al es tablecimiento de la coalición, y los principales grupos guerrilleros rechazaron el plan como pro paganda. "Depende del tipo de Gobierno que se establezca a la vuelta del rey. Lo que no queremos es que los soviéticos decidan por nosotros. No podemos aceptar que el rey sea la solución has ta que los soviéticos no se hayan retirado".