El peligro de explosión obligó a interrumpir el rescate del buque panameño incendiado

Las operaciones de rescate de la carga del barco Cason fueron suspendidas ayer a causa del peligro existente. Después de una inspección ocular en las bodegas, y tras conversaciones mantenidas con el director general de la Marina Mercante, José Antonio Madiedo, y con la tripulación del remolcador Punta Salinas, acodado al buque siniestrado, se dedujo que "o la relación de carga es falsa o lo son los planos dibujados por el primer oficial".La explicación posterior de las autoridades señalaba que el siniestro ha movido los contenedores de los productos peligrosos y se cuestiona la idoneidad de los agentes extintores que se iban a utilizar. Madiedo informó que "se abrirá una investigación sobre las causas del suceso, la corrección del sistema de carga y los intentos de remolque realizados al principio". Asimismo adelantó que "se reestablecerán las zonas de tráfico marítimo frente a las costas gallegas y se diseñarán nuevos pasillos, sobre todo para petroleros y mercantes que transporten mercancías peligrosas a un mínimo de 25 millas de la costa (el incendio del Cason ocurrió a 15 millas).

En una nota del Gobierno Civil de La Coruña difundida a primera hora de la tarde de ayer, se aseguró que el cargamento del buque "cumple las normas internacionales de seguridad, como lo atestiguan los documentos recibidos de las autoridades marítimas holandesas, belgas y alemanas".

Los remolcadores Remolcanosa 5 y Punta Salinas abandonaron las inmediaciones del Cason a las seis de la tarde, cuando se atenuaba la visibilidad. A esa misma hora, el director general de Marina Mercante, el gobernador civil de La Coruña y el equipo de técnicos abandonaba el acantilado desde donde dirigían las operaciones, al que llegaban poco después el capitán general de la región militar. Las tareas de rescate se habían iniciado unas cuatro horas antes.

Ayer no pudo realizarse ni la primera de las operaciones diseñadas en una reunión celebrada en la madrugada de ayer en el Gobierno Civil de La Coruña: extinguir los rescoldos del incendio inyectando espuma en las bodegas.

Bomberos de La Coruña y Santiago habían planteado incluso reticencias ante un peligro que consideraban no excesivamente estimado. Un técnico especialista en salvamentos y anticontaminación del organigrama de la Comunidad Económica Europea, un capitán holandés apellidado Reinson, que asesoraba a los equipos de extinción, planteaba en voz ba a sus dudas sobre la facilidad de la operación y pedía prudencia".

Esta madrugada volverá a estudiarse el salvamento que hoy se espera cuente con la ayuda de un tercer remolcador, Alonso de Chaves, una cabria flotante y otras embarcaciones auxiliares.

Manifestación de vecinos

Según todas las opiniones, técnicas o no, el rescate tendrá que hacerse contra reloj puesto que el buen tiempo reinante en la zona, el mejor aliado de los servicios de salvamento, no está asegurado para después de mañana y el temporal rompería fácilmente el casco del buque o dispersaría la carga.

En la localidad de Finisterre se manifestaron cerca de un millar de personas (la tercera parte de la población) convocadas por el Bloque Nacionalista y organizaciones ecologistas demandando información y para que el transporte de mercancías peligrosas se aleje de las costas gallegas.