Serrano Súñer niega que Sert fuera condenado a muerte
Ramon Serrano Súñer ha negado en un comunicado público que el pintor José María Sert hubiera sido nunca condenado a muerte durante la guerra civil. Según explica el ex ministro de Asuntos Exteriores en un comunicado hecho público ayer y distribuido por la agencia Europa Press, Sert fue "detenido por unos bárbaros que querían matarlo, calificándole de separatista catalán. Al tener noticia de ello, con toda urgencia, mandé a un comisario inteligente y eficaz, que lo buscara y me, lo trajera al ministerio, y le dije: Puede usted estar absolutamente tranquilo, y tendrá la protección necesaria frente a esos bárbaros ignorantes que le tildan de separatista, lo que no es verdad".Según sigue diciendo el comunicado, Serrano Súñer trató el asunto en el Consejo de Ministros, "y allí nadie se opuso a la medida de protección que yo había acordado, pero algunos seguían calificándole de separatista ante lo que tuve que replicar diciéndoles que no tenían la menor idea de la política en Cataluña, donde no había ni datistas ni romanonistas, etcétera, que allí la gente socialmente conservadora como Sert, pertenecía a la Lliga Regionalista y que sus afilíados eran, como su nombre indica, regionalistas, no separatistas".
El desmentido de Serrano Súñer se produce para "matizar", afirma, determinadas informaciones "aparecidas en la Prensa". Estas informaciones han sido difundidas tras la publicación, hace apenas dos semanas, del libro El mundo de José María Sert (Anagrama), escrito por Francisco Sert, Conde de Sert. En la página 135 puede leerse: "Detenido y condenado a muerte por rojo y separatista, gracias a la intervención de Serrano Súñer, cuñadísimo del general Franco y ministro de Asuntos Exteriores, se salva de morir fusilado".
Serrano Súñer concluye el comunicado calificando a Sert de catalán, español y muy europeizado" y explicando que, años después le hizo un regalo agradecido: "Una magnífica tabla del Chateau Laversine, titulada África, óleo sobre tabla, una de sus obras maestras, firmada en 1920. Es una historia ejemplar, conmovedora para mí, que me place contar".
Babelia
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