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RELIGIÓN

Los redactores de 'Vida Nueva' dimiten tras la destitución del director

Francesc Valls

Los tres redactores del semanario Vida Nueva abandonarán la empresa en los próximos días por coherencia respecto a la línea que la revista había adoptado hasta la destitución del director, el jesuita Pedro Miguel Lamet, el pasado 18 de noviembre. El cese de Lamet estuvo motivado por las presiones que ejercieron tanto altas esferas conservadoras de la Iglesia como el propio nuncio de la Santa Sede en España, Mario Tagliaferri, según manifestaron fuentes eclesiásticas. Vida Nueva es el semanario religioso de mayor difusión, que se calcula en unos 20.000 ejemplares.Julián del Olmo, redactor jefe, y Antonio Cano causarán baja en los próximos días, mientras que un tercer redactor, Ramón Ajo, lo hará a finales de año. Los tres periodistas abandonan la revista a petición propia, por considerar previsible un cambio de línea informativa. A estas salidas del semanario hay que sumar las dimisiones como vocales de la Unión Católica de Informadores y Periodistas (UCIP) de Nieves San Martín y Manuel de Unciti, que habían sido colaboradores del semanario. Uno de los fundadores de la UCIP es el nuevo director del semanario, Vicente Alejandro Guillamón.

Cartas al nuncio

Con estas dimisiones desaparece buena parte de los vestigios de la vieja línea, moderada y de respeto a la jerarquía, aunque no propagandista, que es en lo que pretenden convertir a la revista los sectores más conservadores en esta nueva etapa.Ante esta probabilidad, numerosos suscriptores del semanario han dirigido cartas de protesta a monseñor Antonio Montero, obispo de Badajoz y presidente de la empresa editora del semanario, Promoción Popular Cristiana (PPC). Según fuentes eclesiásticas vascas, desde la diócesis de Bilbao se han enviado varios centenares de firmas a monseñor Montero lamentando la destitución de Lamet.

Otro destinatario de misivas de protesta ha sido el nuncio Tagliaferri, a quien se considera en medios eclesiásticos inspirador de este cese. La jerarquía católica más abierta no se ha pronunciado públicamente al respecto, aunque, en privado, ha calificado el hecho de intolerable.

Pedro Miguel Lamet ha recibido numerosas cartas de apoyo entre las que destacan las de Justícia i Pau de Barcelona y de diversas personalidades eclesiásticas. Medios próximos a la jerarquía señalaron que los próximos editoriales serán obra directamente de monseñor Antonio Montero.

Los problemas entre Vida Nueva y la jerarquía más integrista se iniciaron hace unos años a raíz de las informaciones que sobre América Latina publicaba el semanario.

Algunos prelados afincados en el Vaticano no veían con buenos ojos esa apertura hacia el continente donde nació la teología de la liberación.

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