Al Lauzi, presidente del Senado jordano, apuesta por la unidad de los árabes

La condena apenas retórica que la reciente cumbre árabe de Amman lanzó contra Irán no merma, en opinión del presidente del Senado jordano y ex primer ministro, Ahmed al Lauzi, el éxito de dicha reunión, convocada para estudiar el conflicto del Golfo. "Si descubrimos que no hay más solución que la guerra no le hablaremos al mundo con este tono", asegura Al Lauzi, mientras blande en su mano una copia de la declaración final de la cumbre. Ahmed al Lauzi está en España, invitado por su homólogo José Federico de Carvajal.

Al Lauzi, de 62 años, es un político experimentado que ha ocupado varias carteras ministeriales y ha sido jefe de la casa real hachemí en dos etapas. Esta trayectoria le confiere categoría de observador privilegiado de cuanto acontece en el mundo árabe en un momento en que Jordania se ha convertido, de la mano de los esfuerzos de su monarca, en una pieza clave en el rompecabezas de Oriente Próximo.Pese a ello, Al Lauzi se escuda en su no asistencia a las reuniones a puerta cerrada de la cumbre para eludir aclarar si Irak solicitó la aplicación del Pacto de Defensa Común árabe o si alguno de los asistentes vetó específicamente esa posibilidad. "Todos los dirigentes árabes coincidieron en que hay que acogerse a la Declaración de Principios de la Liga Árabe, al Pacto de Defensa Común y al Tratado de Solidaridad Árabe", manifiesta, como dando a entender que la posibilidad está contemplada en el documento firmado en Amman.

El legislador jordano se muestra, en todo caso, optimista con los resultados obtenidos en la cumbre. "Ha sido un primer paso hacia la unidad", asegura, sin perder de vista que el camino que queda por recorrer es aún muy largo. Y parafraseando el refrán árabe según el cual "un fracaso pequeño conduce a otro mayor", expresa su confianza en que "un pequeño éxito pueda llevar a un éxito mayor".

En esa apuesta por la unidad de los árabes, Al Lauzi insiste en la importancia de que se continuen los esfuerzos desplegados en Amman. Una prueba de la voluntad árabe en este sentido es, según él, "el trabajo serio de seguimiento de los resultados", emprendido inmediatamente después de la cumbre con diversos intercambios de visitas entre los drigentes y el envío de emisarios a varias capitales europeas y de los países no alineados.

El que fuera jefe de la casa real hachemí no ha traído ningún mensaje escrito del rey Husein para don Juan Carlos, pero en el encuentro que mantuvo con el monarca español le informó verbalmente del desarrollo y resultados de la cumbre. España, en opinión del ex ministro jordano, puede colaborar en el esfuerzo de pacificación de Oriente Próximo, tanto en su condición de miembro de la Comunidad Europea como en la de puente con Latinoamérica.

Al Lauzi no está de acuerdo con la lectura que Israel ha hecho de los resultados de la cumbre en el sentido de que el factor iraní haya sustituido en las preocupaciones árabes a la cuestión palestina. "El problema palestino sigue siendo el principal eje de preocupación del mundo árabe, y no es cierto que haya pasado a un segundo plano", afirma el político jordano.