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Los centros de salud tendrán un impreso para denunciar las agresiones a los niños

Los centros de salud y pediatras de la red sanitaria pública contarán próximamente con unos impresos específicos para detectar y denunciar los casos de agresiones físicas o psíquicas a los niños, según un acuerdo entre el Ministerio de Sanidad y la Comisión sobre Malos Tratos en la Infancia. Una de las finalidades de estos impresos será la de realizar un censo que permita evaluar la extensión de los malos tratos a los niños en nuestro país. Actualmente no existen datos oficiales sobre este problema, según manifestó ayer Enrique Acosta, coordinador de esa comisión.

En una primera fase los impresos se repartirán de forma expererimental en un número reducido de centros de salud y planificación familiar, pediatras de zona, urgencias hospitalarias y servicios de salud escolar. La finalidad de esos impresos es registrar tanto los malos tratos -diagnosticados como la sospecha de los mismos y facilitar una actuación coordinada de las personas que velan por el bienestar de los niños (servicios sociales, Tribunal de Menores, sanitarios).Además de las claras lesiones físicas, la Comisión de Malos Tratos considera como tal el abandono físico y psicológico, la mendicidad, la explotación laboral, la falta de escolarización, la explotación sexual, como la prostitución, y las agresiones sexuales en la familia (el 75% de estas agresiones son incestos padre-hija) y violaciones.

La Administración no dispone actualmente de los medios adecuados para intervenir en el problema que plantea los malos tratos a los niños, porque los distintos servicios con responsabilidad sanitaria sobre el menor no actúan de una manera coordinada y programada, según Enrique Acosta que coordina la Comisión de Malos Tratos a la Infancia desde su trabajo en un centro de salud de Carabanchel dependiente del Ayuntamiento de Madrid.

Según el doctor Casado, del servicio de cuidados intensivos del hospital infantil del Niño Jesús, a los centros hospitalarios sólo llegan los niños que sufren un maltrato físico severo, pero esta es una parte muy pequeña del total de las agresiones que sufren los niños.

Muchas de esas agresiones pasan desapercibidas y no se diagnostican como tal. Según el doctor Casado, en este grupo debería incluirse gran parte de los traurnatismos con fracturas óseas e intoxicaciones en los menores de dos años. Según estimaciones, a los hospitales de la Comunidad de Madrid llegan cada año 250 niños con maltrato físico severo. Las lesiones más frecuentes son fracturas, hematomas, contusiones, rotura de vísceras y hemorragia intracraneal.

"En esas situaciones los médicos no sabemos qué hacer, porque sólo se puede tener ingresado al niño unos días para evitar el peligro de muerte. Las denuncias ante el juez son lentas y suponen una carga de mareo, entretenimiento y problemas para el médico", afirma el doctor Casado.

De maltratado a maltratante

"Todo niño maltratado es potencialmente un adulto maltratante". Según la Comisión sobre Malos Tratos en la Infancia, cualquier persona puede, en determinada situación, convertirse en adulto maltratante. De hecho, las agresiones fisicas o psíquicas a los niños no pueden separarse de las condiciones sociales, económicas, psicológicas y culturales de las familias.Los servicios sociales que dependen de los ayuntamientos y otros organismos han observado que la mayoría de los casos de familias maltratantes podían haberse descubierto previamente por la confluencia de varios factores de riesgo: desde la drogadición a los problemas mentales, pasando por problemas de alojamiento, ausencia de recursos económicos, padres adolescentes, prostitución y delincuencia familiar.

En nuestro país se calcula, según datos de la Comisión de Malos Tratos en la Infancia, que 200.000 niños están sin familia, o al menos sin una familia válida. Otros 500.000 se encuentran sin escolarizar y trabajan para ayudar a la economía familiar, según un estudio realizado por los ministerios de Agricultura y Educación y Ciencia.

En cuanto a los matrimonios adolescentes, en 1981 había en España 33.000 parejas menores de 16 años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Pero esta cifra es sólo indicativa, ya que los embarazos en las jóvenes menores de 19 años han aumentado en los últimos años.

En una gran ciudad como Madrid, cerca del 46% de las familias presenta problemas de alojamiento, alimentación, salud o escolarización.

En esta misma ciudad se detectaron, sólo en 1985, 2.000 niños menores de 14 años explotados en la mendicidad familiar. En la comunidad autónoma de Andalucía, el 24% de los niños que son atendidos en los centros de protección presenta síntomas de desnutrición.

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