El Tribunal de Estrasburgo juzgará el martes el trato que España dio a los condenados en el 'caso Bultó'
Dieciocho magistrados del Tribunal Internacional de Estrasburgo juzgarán por primera vez en España, el próximo martes, por una supuesta violación de los derechos humanos cometida al condenar sin suficientes garantías a tres independentistas catalanes implicados en el asesinato del industrial José María Bultó. El atentado fue perpetrado en mayo de 1977. Un artefacto explosivo fue adherido al pecho de la víctima con la intención de lograr un rescate. Ferrán Jabardo, Antoni Messeguer y Xabier Barberá fueron condenados a 78 años de prisión.
El Tribunal Internacional de Estrasburgo, que habitualmente se compone de siete miembros, ha decidido convocar a todos sus magistrados para juzgar el caso planteado contra España. Esta medida excepcional ha sido adoptada a raíz de la trascendencia del tema y porque los litigantes interpretan de manera contradictoria, algunos artículos del convenio de los Derechos Humanos. El reglamento del Tribunal Internacional dispone, en estos casos que el litigio sea juzgado por todos sus miembros.El pleno del Tribunal de Estrasburgo lo forman oficialmente 21 magistrados, representantes de los países que forman el Consejo de Europa. Sin embargo, en la vista que celebrará el martes sólo estarán presente 18 jueces.
Los magistrados de Dinamarca y Holanda han anunciado que no podrán asistir al juicio por encontrarse enfermos. La tercera vacante corresponde a Chipre, cuyo representante falleció hace un año y aún no ha sido nombrado su sustituto.
La sesión estará dirigida por el presidente del Tribunal Internacional, el noruego Rolv Ryssdal, de 72 años, quien fue elegido en 1985 para ejercer este cargo durante tres años. Este juez fue, en su país, secretario general del Ministerio de Justicia y Policía y presidente del Tribunal Supremo de Oslo. El voto del presidente del Tribunal Internacional de Estrasburgo es un voto de calidad y es dirimente en caso de empate.
Los miembros de este tribunal tienen una edad media de 64 años. El representante de edad más avanzada es el de Suecia, Gunnar Lagergren, de 75 años. Este magistrado desempeñó la cátedra de Filosoria del Derecho de la universidad de Upsala, fue juez del Tribunal de Apelación de Estocolmo y formó parte de numerosos tribunales y comisiones de arbitraje internacional. Intervino como mediador en el conflicto indo-paquistaní y participó en el Tribunal de Restitución de la República Federal Alemana.
El representante de España, Leopoldo Torres-Boursault, es el magistrado del Tribunal Internacional más joven. Tiene 46 años. Este magistrado ha sido nombrado especialmente para intervenir en el caso en sustitución de Juan Antonio Carrillo Salcedo, que no puede tomar parte en la sesión del tribunal porque en su día formó parte de la comisión que examinó el caso. Un principio general del derecho no permite que un mismo magistrado juzgue dos veces la misma causa.
El juez español sustituto, Leopoldo Torres, fue nombrado en 1982 vicepresidente del Congreso de los Diputados. Fue secretario general del Movimiento Internacional de Juristas Católicos y ha desempeñado la misión de observador internacional en Brasil, Portugal y Chile. Es, además, catedrático de la facultad de Derecho de la universidad Complutense de Madrid.
Todos los jueces, con excepción del representante de Liechtenstein, son europeos. En 1985, el Gobierno de Vaduz, capital de ese país, nombró al magistrado canadiense Ronald McDonald para representar a su país en el Tribunal Internacional.
No es usual. que un país que forma parte de la corte suprema de Estrasburgo esté representado por un magistrado que no corresponda a su nacionalidad. Ésta es una de las escasas excepciones. McDonald tiene 59 años, es vicepresidente de Amnistía Internacional y decano de la facultad de Derecho de la universidad de Dalhovis, en Canadá.
La única mujer del tribunal es Denise Bindschedler-Robert, que representa a Suiza. Tiene 67 años de edad y es doctora en Derecho por la universidad de Berna.
En castellano y en francés
La vista que juzgará el caso Bultó se iniciará a las diez de mañana del 1 de diciembre y está previsto que finalice a las cinco de la tarde.La sesión de la mañana estará ocupada por el informe del representante de la Comisión de los Derechos Humanos, que actuará con unas funciones similares a las de un fiscal. Posteriormente, intervendrá el representante de los independentistas catalanes y el del Estado español. En la tarde del mismo día está previsto un proceso de réplica y contrarréplica en el que sólo intervendrán las partes litigantes.
Los juristas que actúen en esta vista lo harán en castellano y francés. El tribunal rechazó recientemente la petición planteada por los abogados demandantes de utilizar el catalán en el transcurso de la vista. El tribunal ha asegurado que existen graves problemas técnicos y que esta petición se formuló demasiado tarde para poderlos resolver.
El tribunal dictará sentencia en un plazo de cinco a seis meses. La resolución será leída en un acto solemne de carácter público y será comunicada al comité de ministros del Consejo de Europa, que deberá velar por su cumplimiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.