_
_
_
_

Los ocho presidentes reunidos en Acapulco propugnan la unidad de América Latina

Los ocho presidentes de América Latina reunidos en Acapulco (México) inauguraron ayer oficialmente su cumbre de tres días con discursos, en los que conjuraron la necesidad de la unidad de América Latina y destacaron el carácter histórico de su encuentro. El presidente peruano, Alan García, obtuvo las mayores ovaciones durante su intervención, que se enmarcó, principalmente, en el tema de la deuda externa de los países latinoamericanos.

De traje oscuro, se presentaron los presidentes Raúl Alfonsín de Argentina, Alan García de Perú y José Sarney de Brasil. Los presidentes Miguel de la Madrid de México, Virgilio Barco de Colombia, Julio Sanguinetti de Uruguay y Jaime Lusinchi de Venezuela, se vistieron de gris. Un traje claro llevaba el presidente de Panamá Eric del Valle. Prácticamente los ocho presidentes afirmaron la necesidad de la unidad de América Latina, reconocieron que se trata de un objetivo a largo plazo, pero señalaron la cumbre de Acapulco como un primer paso. El brasileño Sarney dijo: "Vamos hacia la unidad. Si somos capaces de plantar esas se"llas, el futuro será nuestro". Para el peruano Alan García "no hay causa más grande, ni revolución más profunda que la unidad de América Latina ( ... ), para que nuestros pueblos vivan sin tutelaje ni dominación" y apeló a "no cerrar nuestras fronteras a la historia".García fue quien tras su intervención cosechó los mayores aplausos. También fue quien denunció con más dureza la deuda externa: "El eje fundamental de nuestros problemas", .el capital que recibe como intereses la pobreza de nuestros pueblos". García declaró que la deuda es impagable en las condiciones que los bancos exigen, pero "el temor se ha roto" porque varios países han limitadolos pagos y "nada ha ocurrido" y "el problema es, pues, ahora de los acreedores". Preconizó García una actuación colectiva, aunque reconoció que "actuar colectivamente no significa adoptar todos el mismo método". El presidente peruano se pronunció por "fÍjar una tasa de interés latinoamericana", porque "no estamos obligados a pagar, con los intereses, el dispendio de los ricos" y apeló a "no pagar más que lo que la economía pueda pagar, y no pagar, si no se puede". Cuando García concluyó su discurso, un espectador exclamó: "¡este es el hombre aquí!"."Arar en el mar"

Casi todos los presidentes aludieron a la necesidad de que Acapulco no quede en sólo las palabras y se logren resultados concretos. Pero la frase final del discurso de Alan García: "Aremos en el mar ( ... ),porque así abríremos el surco de la libertad que será la unidad para nuestros pueblos% hizo que en el ambiente flotara, que casi casi se palpaba, el temor a que la cumbre de Acapulco se convierta en pura retórica y quede reducida a una simple pirotecnia verbal.

Como para curarse de antemano de que éste pueda ser el resultado de la cumbre, varios presidentes señalaron que ésta es la primera vez que se reunen por iniciativa propia y destacaron que "el mero hecho de reunirse es un triunfo en sí". Alfonsín dijo que "no vinimos para llevar de regreso a nuestra gente un mensaje retórico. Por el contrario, como legítimos representantes de nuestros pueblos, traemos el mandato de actuar".

La deuda externa, la caída de los precios de las materias primas y las trabas proteccionistas a la libertad de comercio fueron las causas más frecuentemente citadas de los males que aquejan al continente. Alfansín afirmó que "precisamos la consolidación y expansión de la democracia, con lo que ella supone de justicia social; necesitamos mantener y asegurar la paz en la región y deberemos fortalecer nuestro espíritu de solidaridad frente a los desafios externos". García estableció la ecuación: democracia es igual a paz más libertad. En términos similares Alfonsín dijo: "Defenderemos juntos nuestras democracias, pero es bueno tener bien en claro que la defensa del supremo valor de la libertad no colmará la esperanza de nuestros pueblos y debe ir acompa¡lada de un progresivo bienestar para cada uno de ellos".

El panameño Del Valle aprovechó el discurso inaugural para sacar a relucir el contencioso que mantiene su Gobierno con el de Estados Un¡~ dos. Fue la única referencia explícita al hermano mayor del norte. Mencionó Del Valle que, además de la deuda externa, existe la "agresión política de sectores reaccionarios de Estados Unidos", a quienes acusó de realizar una "campaña de fálsedades" y "acciones sediciosas internas y externas" contra Panamá, que "víolan la Carta de las Naciones Unidas".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_