Huelga general en Italia coincidiendo con la confirmación del Gobierno

Las tres centrales sindicales confederales CISL, CGIL y UIL han convocado hoy una huelga general en toda Italia como protesta contra la ley de Presupuestos del Gobierno Goria. La convocatoria había sido ya anunciada antes de la última crisis de Gobierno.Los sindicatos estaban dispuestos a revocarla si el nuevo Gobierno hubiese dado esperanzas de que se revisarían los presupuestos, pero al continuar el mismo Gabinete, que, paradójicamente, recibirá hoy el voto de confianza definitivo de la Cámara baja tras haberlo ya concedido el Senado, han decidido llevarla a cabo. Al debate parlamentario sobre el voto de confianza al Gobierno Goria han asistido sólo 20 de los más de 600 diputados de la Cámara baja.

Ésta es la primera convocatoria de huelga general en Italia desde hace seis años y augura malos presagios para Goria. El secretario socialista, Bettino Craxi, saliendo de su silencio, ha hecho unas declaraciones al Corriere della Sera en las que afirma que durante la última crisis "el Gobierno ha visto la cara a la muerte de cerca" y que ello deberá servirle de escarmiento. Según Craxi, esta legislatura ha empezado "plúmbea" y tendrá poca vida si no se llevan a cabo con urgencia algunas reformas institucionales básicas.

Revancha de los jueces

Por si esto fuera fuera poco, ayer llegó la noticia de que la Magistratura -hay quien habla ya de revancha por el éxito del referéndun contra los jueces- ha enviado un informe al Parlamento pidiendo la autorización para procesar al actual secretario general socialdemócrata, Franco Nicolazzi, sospechoso de estar implicado en el escándalo administrativo conocido como "el proyecto de las cárceles de oro", la construcción de nuevos penales por un total de 78.000 millones de pesetas. Nicolazzi era el ministro de Obras Públicas cuando se llevó a cabo, y parece ser que los jueces han encontrado pruebas de que el líder socialdemócrata había intentado favorecer a constructoras amigas sin que lo supiera ni el propio ministro de Justicia.Tratándose de un diputado, una comisión del Parlamento deberá decidir si pasa o no la petición de los jueces de procesar a Nicolazzi para ser sometida a votación por el Parlamento en pleno, único que puede autorizar que se lleve al banquillo de los acusados a un personaje político. El actual ministro de Obras Públicas, Emilio de Rose, sucesor de Nicolazzi y también socialdemócrata, está a punto de dimitir zarandeado también por otro escándalo de tipo económico.