La flota artesanal canaria, preocupada por las restricciones en Mauritania

El sector de la pesca artesanal canaria, con base en las islas de Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife, ha mostrado su preocupación ante el anuncio hecho por el Gobierno de Mauritania por el que, a partir de ahora, la tripulación de los barcos que sean apresados en dicho país no será repatriada hasta que se paguen las multas que se impongan. La Administración mauritana tratará en el futuro como rehenes a los pescadores retenidos, para obligar al cumplimiento de las sanciones, al considerar que las tripulaciones son responsables de la infracción que se cometa.

La medida es interpretada como una presión ante la posibilidad de que la flota canaria sustituya sus caladeros tradicionales en Mauritania por los de Guinea Bissau, ante la demora en la firma del acuerdo de pesca entre Mauritania y la CE.

La flota artesanal canaria permanece en puerto, sin poder faenar en aguas mauritanas, al carecer de licencias para ello por el retraso citado. La situación se ha agravado en las últimas fechas al quedar en suspenso los convenios privados entre armadores de ambos países tras la formación de un nuevo Gobierno en Mauritania. Las nuevas autoridades controlan con mayor celo las irregularidades que se suelen producir en este tipo de relaciones.