El Congreso acepta una enmienda a los presupuestos sobre el impuesto religioso

Congreso de los Diputados prosiguió el debate de las enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado para 1988 en los capítulos relativos a la deuda pública y normas tributarías. En este últimó apartado, la mayoría socialista aceptó incluir una enmienda de Izquierda Unida (IU) relativa al impuesto religioso, y rechazó todas las demás de los grupos de la oposición.La enmienda defendida por Nicolás Sartorius, diputado de Izquierda Unida, consiste en que el Gobierno se compromete a concretar reglamentarianiente los fines sociales a los que se destinará el 0,52% del Irnpuesto sobre la Renta que los contribuyentes tendrán opción a asignar bien a fines religiosos -concretamente a la Iglesia católica- o a otros de interés social. En ellos podrían estar incluidas otras confesiones religiosas, asi como una relación concreta de entidades con fines humanitarios y sociales.

En principio, el grupo socialista no se mostró partidario de incluir esta enmienda, lo que argumentó diciendo que éste era un compromiso derivado de los acuerdos con la Santa Sede y descartó hacerlo extensivo a otras confesiones religiosas.

Pero el diputado de Izquierda Unida argumentó que ello podría ser contrario - al principio de igualdad consagrado por la Constitución, lo que hizo recordar a la mayoría socialista su postura inicial, tras una breve consulta con el ministro de Economía, Carlos Solchaga, presente en el debate. En el apartado de deuda y avales la mayoría socialista y el conjunto de la oposición aceptó una enmienda del PDP para el techo de concesión de avales durante 1988 desde los 200.000 millones previstos a 175.000 millones. Pero el partido del Gobierno rechazó numerosas iniciativas tendentes a poner límite a la deuda pública, defendidas con especial énfasis por Coalición Popular y Partido Liberal, o a rebajar los avales previstos por los holdings públicos (INI, INH), para sus empresas.

En la defensa de los límites a la deuda, que en 1981 suponía el 22% de la renta nacional anual y ahora se aproxima al 50%, la oposición repitió los argumentos de que los presupuestos son cada vez más un cheque en blanco al Gobierno.