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Giovanni Goria presenta su dimisión tras 118 días al frente del Gobierno italiano

Juan Arias

Giovanni Goria, de 44 años, el presidente de Gobierno más joven de la República Italiana, se vio ayer obligado, tras apenas 118 días en el Palazzo Chigi, a subir las escaleras del Quirinal para poner su mandato en manos del jefe del Estado. Es, según el diario Corriere della Sera, una crisis de Gobierno que "nadie quería, pero que se hizo inevitable". El presidente de la República, Francesco Cossiga, se "reservó su decisión" sobre la dimisión y encargó al Gobierno -que tiene un solo ministro liberal, Valerio Zanone, de Defensa- que continuara despachando "los asuntos corrientes".Las últimas elecciones generaIes tuvieron lugar los pasados días 14 y 15 de junio. Tras laboriosas negociaciones, el Gobierno que encabezaba Goria juró sus cargos el 29 de julio.

Al joven Goria, jefe del 46º Gobierno italiano de la posguerra, no le quedaba otra salida que dimitir tras la decisión tomada en la noche del viernes por el Partido Liberal de abandonar no sólo el Gobierno pentacolor sino también la mayoría política de la que formaba parte.

Nadie entiende aún lo que ocurrió en la cumbre de los cinco secretarios de los partidos que componen el Gobierno, ya que inmediatamente después, desde Goria al secretario democristiano Ciriaco De Mita, se habían manifestado por televisión en términos totalmente positivos, como si la crisis hubiese sido superada.

"Cuando cinco partidos con buena voluntad discuten juntos un problema, se acaba siempre encontrando una solución", había dicho Goria con cara de pascuas. Y el serio De Mita había filosofado: "Nos hemos dado cuenta de que separados hubiésemos estado solos, y así hemos decidido seguir juntos".

Bomba liberal

Poco después, tras la reunión de la dirección liberal, llegaba la primera bomba: el secretario Renato Altissimo, que había asistido a la reunión de los cinco, pedía a su partido la salida del Gobierno y de su mayoría política. Ya de noche llegó la luz verde a Altissimo para anunciar la grave decisión de echar por tierra el Gobierno de Goria.Los liberales, cuya decisión fue tomada tras cinco horas de debate, justificaron su gesto afirmando que la cumbre de secretarios no había resuelto el problema por ellos planteado, que ayer Altissimo resumió a la opinión publica con estas palabras: "No se ha cumplido en la de Presupuestos una parte del programa firmado por los cinco partidos: la de reducir el gasto público para desgravar a la gente de impuestos... No se puede continuar resolviendo los problemas de la economía, descargando siempre el peso sobre las espaldas de los contribuyentes y negándose a reducir la imponente deuda pública".

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Frente a la crisis bursátil mundial, Goria y su ministro del Tesoro, Giuliano Amato (socialista), habían dado marcha atrás y pedido suprimir las desgravaciones fiscales que venían prometiendo desde hace dos años a los contribuyentes.

En días anteriores se había apuntado la posibilidad de que detrás de la amenaza del Partido Liberal, que capitaliza sólo el 2,1 % de los votos, pudiese esconderse la cola diabólica de algún otro partido, concretamente el Partido Socialista Italiano (PSI), para hacer caer un Gobierno que al contar con una mayoría únicamente para su programa, y no política, podía tambalearse al primer soplo.

Hubo hasta quien explicó el maquiavélico plan de los socialistas: hacer caer al Gobierno, obligar a De Mita a tomar las riendas -y evitar así que fuera reelegido secretario de la Democracia Cristiana en la primavera-, quemarlo y obligar de nuevo a Cossiga a encargar al secretario del PSI, Bettino Craxi, que formase Gobierno.

El 'lobo' y el 'zorro'

No obstante, ayer todos los observadores aseguraban que detrás de la decisión de los liberales están sólo ellos, y que a Craxi no le interesaba en este momento, con una ley de presupuestos sin aprobar, hacer caer un Gobierno que se iba apagando por sí mismo. Otros han pensado que en vez del lobo Craxi pudiera estar detrás de la crisis el zorro, el democristiano Giulio Andreotti, con ganas de ponerle una zancadilla a De Mita, a quien últimamente ha atacado varias veces. Hay quien jura que ha sido este miedo, sin embargo, lo que ha llevado al lobo, en el último momento, a convertirse en gato, retirándose con un salto hacia atrás. Otros piensan la bomba la ha hecho estallar en soledad el Partido Liberal, a la búsqueda de apoyo popular.El juego va a ser descubierto enseguida. Cossiga empezará hoy mismo las consultas rituales y decidirá si enviar a Goria al juicio del Parlamento, donde existen los votos suficientes para formar Gobierno, con o sin los liberales, o si encargará a otra persona la formación de un nuevo Ejecutivo. Cossiga ha anulado, debido a la crisis política, la visita oficial al Reino Unido que tenía previsto iniciar el próximo martes.

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