Un ministro de Sri Lanka dimite por el plan de autonomía para los tamiles

La primera grieta pública en el Gobierno de Sri Lanka sobre la cuestión tamil se ha producido al dimitir el ministro de Agricultura en protesta por el proyecto de ley autonómico para esta minoría, que se debate en el Parlamento de Colombo y será votado hoy. La renuncia, calculada cuidadosamente en el tiempo, se suma a nuevas manifestaciones, atentados y sabotajes. La violencia política, según la policía, se cobró ayer en la isla del índico 27 vidas, entre ellas, la de un sacerdote católico.

ENVIADO ESPECIAL, Los enfrentamientos más graves ocurrieron en Kandy, segunda ciudad del país, a poco más de 100 kilómetros al este de Colombo y santuario del budismo mas ortodoxo. De madrugada, estalló una bomba que voló parcialmente un centro de comunicaciones y unos 2.000 universitarios se manifestaron contra la legislación de autonomía para los tamiles y el acuerdo entre Sri Lanka y la India del que se deriva.La policía cargó contra los manifestantes, que cantaban consignas contra el Gobierno, primero con bastones y luego con gases lacrimógenos y tiros. Escenas similares, aunque en menor escala, se dieron en Galle, en el sureste de la isla.

El Ministerio de Defensa ha difundido un comunicado en el que se advierte que, de acuerdo con las leyes de emergencia vigentes, el sabotaje y el pillaje pueden ser castigados con pena de muerte o cadena perpetua.

Con este telón de fondo, el jefe del Estado, que lo es también del Ejecutivo, pidió sin éxito al titular de Agricultura y Alimentación, Gamani Jayasuriya, cingalés de arraigadas convicciones nacionalistas, que reconsiderase su dimisión. En un Parlamento caldeado por los acontecimientos, el ministro de Finanzas, Ronie de Mel, defensor del pacto entre Colombo y Delhi, dijo que la ley que permitirá a la minoría étnica tamil, de religión hindú, organizarse políticamente es la última posibilidad de acabar con una guerra que dura ya cuatro años y se ha cobrado miles de vidas.

Enmienda constitucional

La legislación autonómica, que debe de ser aprobada hoy por una mayoría de dos tercios a menos que se produzca una improbable rebelión en el partido gobernante, Unidad Nacional, permite una enmienda constitucional que abre el camino a la creación de consejos provinciales para los tamiles, y a la formación de una provincia única entre las dos, la del norte y la del este, donde éstos son ahora mayoría étnica. El proyecto prevé asimismo que las provincias amalgamadas podrán votar posteriormente si desean seguir unidas o no.La palabra "traición" es de lo más suave que se ha escuchado en el Parlamento por boca de diputados de la oposición. La principal formación contra Jayewardene, el Partido de la Libertad de Sri Lanka, de la ex primera ministra Sirimavo Bandaranaike, que representa la derecha ultranacionalista, hace responsable al Gobierno de la muerte de centenares de personas y del aterrorizado éxodo de cingaleses desde el norte y el este de la isla. "Ghandi tiene nuestro país en su bolsillo, y ustedes [el Gobierno] han traído a las tropas indias, pero no podrán echarlas después", señaló uno de sus diputados.

El Partido de la Libertad (SLPF) vaticina que en las actuales circunstancias -congelación sindical, prohibición de mítines y manifestaciones- la antigua Ceilán se encamina hacia una revuelta popular: "Ha sucedido en otros países... cuanto más sofoque el Gobierno la expresión de la opinión pública, más hostil se volverá el pueblo".

El Gobierno devuelve la pelota acusando al principal partido opositor de fomentar las violentas protestas que sacuden al país.