El Gobierno agilizará las medidas para contener las subidas de precios en alimentación y textil
El Ministerio de Economía y Hacienda ha agilizado diversas propuestas de medidas que sirvan para contener los precios en la última parte del año, ante la perspectiva de que el índice de precios al consumo (IPC) de octubre y de noviembre resulte peor de lo que se esperaba y aleje definitivamente la posibilidad de terminar el año con una subida acumulada del 5%. Algunas de estas iniciativas -aumentar los contingentes y las importaciones de pescados, carnes, frutas y quizá también de textiles y calzado- serán sometidas hoy a estudio de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, según han informado fuentes próximas a la Administración.
Tras el 0,9% de aumento del IPC en septiembre -dato que pasó casi inadvertido por coincidir su publicación con las noticias sobre el primer crash de las bolsas, el 19 de octubre-, el Ministerio de Economía y Hacienda admitió por primera vez la necesidad de adoptar medidas específicas para garantizar el 5% a final de año, hasta entonces nunca discutido oficialmente. En los nueve primeros meses, el IPC ha subido un 3,8%, por lo que sólo debe aumentar a un ritmo medio de 0,4 puntos en octubre, noviembre y diciembre.
Primeras iniciativas
Las primeras iniciativas del departamento que dirige Carlos Solchaga toparon en las semanas siguientes con la resistencia de la industria textil y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esto ha demorado su preparación, hasta el punto de que el proyecto de aumentar los cupos a las importaciones textiles procedentes de países miembros de la Comunidad Europea llegó a quedar aparcado.Pero las impresiones de la Administración sobre el IPC de octubre apuntan desde la semana pasada a que volverá a superar al del mismo mes del año pasado (0,4%). Ello complicará todavía más la tasa de inflación interanual del mes siguiente, debido a que en noviembre del año pasado hubo un descenso del 0,2% gracias a que el Gobierno decidió rebajar el precio de las gasolinas. Así, el IPC de noviembre amenaza con la posibilidad, según fuentes gubernamentales, de situar la tasa de inflación interanual otra vez por encima del 5%, al igual que ocurrió en los cinco primeros meses de 1987.
Tal hipótesis significaría el terminar el año casi ineludiblemente por encima del 5%. En efecto, diciembre, con las Navidades por medio, suele ser un mes alcista.
Este repunte estacional también fue moderado el año pasado (hasta dejar los precios al consumo en el 0,5%) por los efectos inducidos desde los nuevos precios energéticos. Al contrario, en el presente año la evolución de los costes financieros y laborales, así como los de los propios impuestos, impiden el que se repitan las muestras de optimismo dadas por el Ministerio de Economía y Hacienda en la primera parte del año.
Estas perspectivas no conllevan, sin embargo, el habitual problema de que el aumento de los costes de producción internos vaya a deteriorar la competividad, por la vía de los precios, de unas exportaciones que mejoraron sensiblemente tras el verano.
Efectivamente, en los principales países industrializados ha vuelto a rebrotar la inflación. El problema probablemente se acentuará por las políticas de bajos tipos de interés o de abundancia de liquidez que han aplicado las; mayores potencias, y también España, para evitar que el derrumbamiento de las bolsas reduzca más de lo previsible la actividad económica actual.
Pero antes de que estas políticas dejen sentir sus efectos, ya en octubre los precios se habían disparado en algunos países. En la República Federal de Alemania y en Italia, primeros en anunciar sus índices de precios al consumo de octubre, se han registrado alzas oficiales del 0,9%.
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