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Villa El Salvador, el ejemplo de un 'pueblo joven' en lucha contra el subdesarrollo

Este barrio periférico peruano ha recibido el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia

No muy lejos del centro de Lima se encuentra Villa El Salvador, un barrio periférico o, como en Perú se les denomina, un pueblo joven, que el pasado jueves recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Bajo una estructura organizativa comunal, autogestionaria y democrática, Villa El Salvador se ha convertido en un ejemplo, en una nueva alternativa política, económica y social para todos aquellos pueblos víctimas del subdesarrollo y la injusticia.

Para Michel Azcueta, un español de origen vasco nacionalizado peruano y que desde hace tres años ostenta el cargo de alcalde de la comunidad, el premio ha significado "un reconocimiento a la lucha e historia de todos sus pobladores, ha ayudado a reforzar la identidad de Villa como pueblo, a su reconocimiento como comunidad".El nacimiento de Villa El Salvador data de 1971. El Gobierno militar promovió entonces la creación de centros urbanos capaces de autogestionarse y autoabastecerse, intentando así paliar el grave problema social generado por la llegada masiva de emigrantes a la capital.

En sus inicios, el barrio era una extensa planicie desértica en la que, previamente planificada, fueron asentándose numerosos pobladores de todos los puntos de Perú. Hoy cuenta con unos 300.000 habitantes.

Su estructura urbana se basa fundamentalmente en los llamados grupos residenciales. Cada uno de ellos está compuesto por 16 manzanas, en las que habitan unas 400 familias, representadas ante el alto organismo de la comunidad por ocho dirigentes elegidos democráticamente entre todos sus habitantes.

El organismo de la Comunidad Urbana Autogestionaria de Villa El Salvador (CUAVES) es el máximo representante de la organización popular.

'Prioridad uno', el paro

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Según Michel, el proyecto en el cual se trabaja ahora y que está considerado como "prioridad uno" es el de "la construcción del parque industrial orientado a las pequeñas industrias para ofrecer empleo".El paro es uno de los grandes problemas. Entre desempleados y subempleados, el índice de desempleo alcanza al 70% de la población activa. Para combatirlo, la población, a través de los organismos comunales, realiza diversos trabajos comunitarios como la construcción de carreteras y escuelas o el cultivo de la tierra. "Este año tenemos 34 centros educativos, con unos 80.000 alumnos entre primaria y secundaria. De los 34 centros, 32 han sido construidos por el pueblo y sólo dos por el Estado", explica Michel. El índice de analfabetismo no alcanza el 3%, en mientras el índice nacional es del 56%.

El tema de la salud sigue siendo uno de los principales problemas a resolver, a pesar de que se han logrado avances importantes. En Villa El Salvador existen dos hospitales construidos por el Ministerio de Salud.

A pesar de que una parte de la población ha nacido en Villa El Salvador, el 90% de los adultos procede de los departamentos más pobres de la sierra peruana, como Puno, Ayacucho, Huancavelica o Apurimac, donde el hambre y la miseria son el denominador común, junto con la guerra con la guerrilla maoista Sendero Luminoso.

Un dato curioso y digno de señalar es el hecho de que Villa El Salvador cuente con una única comisaría de 10 guardias civiles para 300.000 habitantes.

"Lo cierto es que no necesitamos más", afirma orgulloso Michel. "Nosotros tenemos los inspectores populares voluntarios, que cubren muy bien todos los servicios de seguridad y vigilancia".

Los inspectores populares tienen las funciones de cualquier policía municipal, es decir, y principalmente, la de controlar la actividad social.

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