Una mayor baja del dólar provocará un reajuste del Sistema Monetario Europeo
El Sistema Monetario Europeo (SME) ha aguantado hasta ahora relativamente bien la tormenta bursátil pero una nueva devaluación del dólar acarreará, sin duda, una modificación de la paridad de las divisas en él integradas, opinan los expertos comunitarios y privados.
La ofensiva del viernes pasado contra la lira italiana y contra el franco francés, que alcanzó su cotización más baja con relación al marco alemán (1 marco alemán = 3,3995 francos franceses), pone de relieve que los operadores prevén una próxima devaluación de las dos primeras divisas con relación a la moneda alemana como la que tuvo lugar a mediados de enero.Todas las monedas de la Comunidad Europea (CE) excepto la peseta, la libra esterlina, el escudo y la dracma forman parte del SME, en el que su cotización no puede fluctuar más del 2,25% excepto para la lira italiana, cuya oscilación máxima permitida es del 6%. Ninguna de las divisas débiles ha alcanzado aún su mínima cotización autorizada, pero algunas se han acercado a ella obligando, por ejemplo, a intervenir al Banco de Francia para defender al franco.
Para estas operaciones los bancos centrales europeos poseen desde mediados de septiembre un nuevo instrumento, las llamadas intervenciones intramarginales, que les permiten entrar en acción en defensa de una moneda en peligro antes de que haya alcanzado su cotización mínima en el seno del SME.
Este fortalecimiento del SME, la baja el viernes por la Bundesbank alemana de los tipos de interés a corto plazo del 3,85% al 3,38% y el deseo de no asustar a la opinión pública parecen ser la principal causa de la no convocatoria el pasado fin de semana, en contra de lo deseado por el presidente de la Comisión Europea, el francés Jacques Delors, de una reunión de los titulares de Economía y Hacienda de los doce.
Resumiendo una opinión generalizada entre sus homólogos, el ministro belga de Finanzas, Mark Eyskens, consideraba en vísperas del fin de semana "inoportuno" un encuentro entre los doce e instaba, en cambio, "a poner en práctica todos los compromisos adquiridos evitando así una reunión que pueda fomentar la especulación".
Pero a más largo plazo todos los responsables europeos son conscientes de que, como declaró el viernes el comisario europeo Peter Schmidhuber, una nueva depreciación del dólar no sólo acabará por trastocar las paridades en el SME, sino que "supondrá una gran amenaza para la situación económica europea" empezando por el presupuesto de la CE, cuyo gasto agrícola aumenta en 162.000 millones de pesetas por cada 10% que se reevalúe el marco frente a la divisa de EE UU.
Declaración solemne
De ahí que Mark Eyskens haya reiterado la necesidad de adoptar el 16 de noviembre, con motivo del próximo Consejo de Ministros de Economía previsto en Bruselas, una "declaración solemne de política económica" para los tres o cuatro próximos años comprometiéndose a tomar medidas de reactivación como "una reducción armonizada de la presión fiscal".Ni que decir tiene que la Comisión Europea aplaude esta iniciativa sugerida por su presidente en su discurso ante el Parlamento Europeo, cuando instó a Europa y a Japón a aumentar su crecimiento económico -el comercio mundial debería crecer un 5% o 6% en lugar del 2,5% o 3% previsto- o, de lo contrario, "si nos negamos a impulsarla, la situación será dramática".
El principal obstáculo a esta reactivación sigue siendo la República Federal de Alemania, cuyo portavoz, Friedhelm Ost, comentó que "un aumento del déficit fiscal para relanzar la economía sería contraproducente".
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