El Kremlin confirma oficialmente que Eltsin pidió su cese
El secretario del Comité Central, Anatoli Lukianov, confirmó oficialmente ayer que Boris Eltsin, jefe del partido en Moscú y miembro suplente del Politburó, había pedido su cese en el pleno del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) del 21 de octubre pasado. Como había adelantado EL PAÍS el 29 de octubre, Boris Eltsin, considerado el paladín de la lucha contra los privilegios en la dirección del sistema comunista, provocó la primera gran crisis política en el equipo fiel al líder Mijail Gorbachov al anunciar su dimisión tras declarar el fracaso de la perestroika en la capital soviética.
Distintas fuentes soviéticas abonan la idea de que se está produciendo una diferenciación de posiciones dentro de la dirección soviética entre lo que podría llamarse la primera y la segunda generación de la perestroika. A la primera pertenecen aquellos dirigentes, entre ellos Eltsin y el miembro del Politburó y secretario del Comité Central, Iegor Ligachov, con los que Gorbachov se alió a su llegada al poder o antes de acceder a él en la lucha contra la corrupción de la era de Leonid Breznev. A la segunda pertenecen políticos más sutiles y cosmopolitas, del tipo de Aleksandr Yakovlev, miembro del Politburó y secretario del Comité Central, con una concepción más elaborada de lo que ha de ser la sociedad soviética y la floreciente potencia mundial con la que Gorbachov quiere llegar a fin de siglo.Lukianov, que participaba en una conferencia de prensa, manifestó que Eltsin había realizado "varias valoraciones incorrectas' en su intervención ante el pleno donde "abordó básicamente el estilo de trabajo de los órganos, dirigentes del partido y la marcha de la perestroika". "Los miembros del Comité Central no estuvieron de acuerdo y reconocieron errores políticos en esta intervención", dijo Lukianov, quien llevaba preparada por escrito la respuesta a la pregunta sotre lo sucedido en el pleno.
Cese de Eltsin
"En relación a la petición de Eltsin de relevarlo de su trabajo, se consideró adecuado que el Politburó y el comité municipal del partido en Moscú examinen las cuestiones surgidas con esta declaración de acuerdo con los estatutos del partido", dijo Lukianov, que no indicó cuándo va a examinarse la petición de cese de Eltsin.Lukianov dijo contarse él personalmente "entre los miembros del Comité Central que no comparten la postura de Eltsin. Haciéndole justicia hay que decir que él mismo reconoció que había intervenido de forma incorrecta", afirmó.
Lukianov, un jurista compañero de universidad de Gorbachov, inscribió el caso en "una confrontación de diferentes puntos de vista", pero negó que se tratase de "una violación de la unanimidad del partido".
[La agencia oficial soviética Tass "recomendó categóricamente" a los diarios nacionales, a través de una nota interna, no mencionar el tema de Eltsin en los resúmenes que hagan sobre la conferencia de prensa de Lukianov, informa France Press.]
Eltsin, de 56 años, reemplazó al brezneviano Victor Grishin al frente del partido en Moscú, en 1985, y ha llevado una lucha contra la corrupción que, en la práctica, se ha traducido en ocasiones en problemas adicionales para la población, dada la resistencia de sectores afectados como el comercio.
En el pleno, Eltsin acusó a Ligachov de entorpecer su labor, reprochó a Gorbachov el no haberle contestado a dos cartas e hizo una alusión a un creciente culto de la personalidad en la Prensa. Ligachov hizo carrera, al igual que Eltsin, en la provincia rusa, concretamente en Novosibirsk y Toms. La campaña antialcohólica y el concepto de orden público son dos puntos que enfrentan a estos dirigentes (Ligachov es más radical en ambos), según medios soviéticos para los cuales tanto Eltsin como Ligachov son hombres honrados pero provincianos y demasiado elementales en su mentalidad.
Ambos encuentran apoyo social entre la población rusa, donde al calor de una mayor libertad de expresión surgen ahora tendencias rusófilas y antisemitas que preocuparían a dirigentes como Aleksander Yakovlev. A propósito del antisemitismo, el periódico Sovietskai Kultura publicaba el día 29 un artículo denunciando tendencias antisemitas en Sverlovsk aglutinadas en torno a una asociación llamada Patria y con la complicidad de una parte de la Prensa de aquella región, trampolín político de Eltsin.
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