España rechaza condonar la deuda de 100.000 millones de pesetas

España rechaza la idea de condonar, pura y simplemente, los más de 800 millones de dólares (unos 100.000 millones de pesetas) a que asciende la deuda argentina con nuestro país. A cambio, buscará "soluciones imaginativas", no concretadas ayer en una primera entrevista entre Felipe González y Raúl Alfonsín. El ministro de Economía, Carlos Solchaga, que se entrevistó con una delegación de empresarios españoles y argentinos en la Cámara de Comercio, abundó en la misma idea, sin concretar tampoco cuáles serían las soluciones.Fuentes de la delegación española reconocieron, no obstante, que España no podrá mostrarse "tan generosa" como Italia, que ha anunciado soluciones que, en la práctica, vienen a condonar la deuda argentina, "aunque", añadieron estas fuentes, "trataremos de encontrar una fórmula que garantice una mejor cooperación a medio plazo".

Pasada la primera euforia y los primeros aplausos callejeros a Felipe González, él tema de la deuda ha emergido en el viaje: "Ya veremos, ya veremos", fue la evasiva respuesta dada ayer por González a los periodistas argentinos que le abordaron para preguntarle si España condonará la deuda. Luego, Solchaga diría a los empresarios que una solución podría consistir en emplear la deuda para transferir tecnología o, lo que es lo mismo, convertir la deuda en inversiones españolas que apoyen la renovación tecnológica de las pequeñas y medianas empresas argentinas.

Otro camino posible para absorber una parte de la deuda sería la adquisición con ella de empréstitos públicos o deuda pública argentina. Pero, en cualquier caso, y contra lo que la realización del viaje de González a Buenos Aires podría haber hecho prever, nada está todavía concretado.

Varios importantes empresarios argentinos y, desde luego, todos los empresarios españoles afincados en Buenos Aires, asistieron ayer al almuerzo con el ministro español de Economía, convocado por la Cámara de Comercio. Allí, empleando su característica falta de retórica, Solchaga reconoció que las relaciones económicas bilaterales "no han cristalizado en cifras significativas" (apenas alcanzan el 3% del volumen global de intercambios) y la presencia empresarial de nuestro país en, Argentina es "limitada".

Para superar esta pesimista situación, Solchaga propuso un triple frente: potenciar las relaciones bilaterales, encauzar el papel de España como agente de Latinoamérica ante la Comunidad Europea y cooperar a la modernización del aparato productivo argentino. A este respecto, anunció la próxima creación de una corporación financiera que ayude a los empresarios españoles a construir nuevas empresas en países latinoamericanos.

En la actualidad, España negocia con Argentina la firma de importantes contratos, que afectan a la venta de material ferroviario por valor de unos 50 millones de dólares, venta de aviones (unos 12 millones de dólares) y venta de material de apoyo nuclear.