Maravall defiende en la Unesco la candidatura de Mayor

El ministro de Educación español, José María Maravall, defendió ayer en París, ante la Conferencia General de la Unesco, la candidatura de Federico Mayor Zaragoza a la Dirección General y aseguró que "España obró pensando exclusivamente en el interés de los principios y metas de la Organización y en su futuro".El ministro español realizó un encendido elogio de la labor desarrollada por el actual director general, Amadou Mahtar M'Bow, aunque en su análisis de la situación de la Unesco dejó entrever profundas discrepancias con su gestión.

Maravall aseguró que no sería conveniente "en las presentes circunstancias ninguna actividad que pudiera comprometer en alguna medida el futuro de la Unesco más allá del horizonte temporal de l969", en explícita alusión a los intentos que pueda realizar el actual director general de conseguir la aprobación de las líneas generales del llamado plan a medio plazo, que hipotecaría la gestión del organismo hasta 1995. El ministro aseguró también que no son pocas las voces que aprecian "una cierta pérdida de confianza y respeto en la organización, generando la impresión de que ésta se ha inhibido o separado de sus tareas primordiales hasta caer, con demasiada frecuencia, en discusiones políticas o ideológicas de incierta utilidad".

Maravall agradeció especialmente el acuerdo de M'Bow para la participación de la Unesco en la Exposición Universal de Sevilla en 1992 y su defensa -en palabras del propio M'Bow- de "la conmemoración del quinientos aniversario del encuentro entre Europa y América por vía marítima". M'Bow, según Maravall, "ha mostrado al frente de la secretaría un tesón, una energía, una dedicación y una voluntad de trabajo que lo hacen totalmente merecedor de público reconocimiento". "Quiero asimismo agradecerle", dijo, las continuas muestras de afecto y amistad que ha prodigado con generosidad y amplitud a mi país y a todas sus gentes".

Maravall explicó las razones del gobierno español para su apoyo a la candidatura de Mayor, de la que dijo que "se presentó en el momento que pareció más oportuno, alejado de precipitaciones que en nada hubieran contribuido a su éxito".

El discurso de Maravall fue acogido con especial satisfacción por los países que más habían bregado para conseguir una alternativa a M'Bow sin ceder a las exigencias norteamericanas de dar paso al voto ponderado según la participación económica y de suprimir más puestos de funcionarios.

El ministro elogió a M'Bow, pero se adherió a algunas críticas realizadas a su gestión, apoyó a Mayor Zaragoza pero no dio por cerrada la elección, y propugnó una renovación de la Unesco pero demostró la adhesión de España a "los principios consagrados en el acta Constitucional", en un ejercicio de difíciles equilibrios que, según la mayor parte de los observadores, allanará el camino para la elección definitiva de Mayor.