El Gobierno y la guerrilla salvadoreños se sientan a hablar de paz en Caracas

Delegaciones del Gobierno y de la guerrilla salvadoreños iniciaron ayer, en el Círculo Militar de Caracas (Venezuela), su segunda ronda de negociaciones de paz desde la firma del acuerdo Esquipulas 2, que fija el plazo del 7 de noviembre para la entrada en vigor de un alto el fuego en la región. El mediador de las negociaciones, que se realizan a puerta cerrada, es el arzobispo de San Salvador, Arturo Rivera y Damas, que afirmó que el principal punto de discusión será, probablemente, un decreto de amnistía para los guerrilleros.

La reunión que se inició ayer es la continuación de las conversaciones sostenidas en San Salvador el 5 y 6 de este mes -las primeras en tres años-, en las que ambas partes acordaron constituir dos comisiones para discatir un alto el fuego y las condiciones de paz en el país. Venezuela -país signatario del Grupo de Contadora, con Colombia, Panamá y México- se ofreció como sede del diálogo salvadoreño, "como una contribuclión más a la pacificación de América Central", según afirma una nota emitida por su Ministerio de Asuntos Exteriores.El Gobierno salvadoreño está representado por los ministros de Planificación, Fidel Chavez Mena, y de Cultura y Coriunicaciones, Julio Adolfo Rey, además de un asesor civil -Alejandro Duarte, hijo del presidente Napoleón Duarte- y cuatro altos cargos militares. El grupo guerrillero está dirigido por Mario Aguinaga y Leo Cabral, del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), y Eduardo Calles y Jorge Villacorta, del Frente Democrático Revolucionario (FDR).

El dirigente del FMLN Mario Aguinaga, que llegó a Caracas en la noche del martes, declaró que la vía de la paz en El Salvador pasa por el término de la intervención norteamericana, la formación de un Gobierno de coalición en el que participen "todos los sectores sociales y políticos del país" y la fusión de las fuerzas armadas oficiales con las fuerzas rebeldes. Aguinaga dijo que acordar un alto al fuego sin negociar medidas de paz duraderas "puede resultar igual que en Líbano, donde las treguas se rompen a los pocos días y provocan más sangre y muerte que antes de ser negociadas".

La delegación gubernamental, por su parte, declinó expresar su posición ante la Prensa, aunque medios diplomáticos recordaron que Duarte condicionó -durante un discurso pronunciado en Washington la semana pasada- un acuerdo de tregua al control por parte del Gobierno de todo el territorio nacional. Según las fuentes, éste será probablemente un punto clave en las discusiones.

El presidente Duarte, por su parte, llegó ayer a Italia, donde sostendrá conversaciones con los principales líderes políticos del país y con el papa Juan Pablo II, en la continuación de su gira que ya le ha llevado a Estados Unidos y a Holanda.